Mis dos hijos cuentan con dos líneas de comunicación: su madre, que es puro sentido común, tranquilidad, paz, rechazo al conflicto y, en fin, inteligencia; y por otra parte su padre, es decir, yo, que soy impulsivo, alguien incapaz de calibrar las consecuencias de sus decisiones en el instante de decidirlas, alguien compulsivo y, en fin, todo lo contrario de su madre.
Por eso, en situaciones difíciles, le llaman a ella. Son tan listos. Me siento orgulloso.
jueves, 26 de abril de 2018
Líneas de comunicación
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4 comentarios:
Te comprendo.
Cuando mi hijo fue de Erasmus a Helsinki durante todo un curso le dije, ya en El Prat, que cuando tuviera dudas sobre algo pensara en lo haría su madre, no su padre. Y me hizo caso.
Un abrazo
Está claro. Un abrazo.
¡Qué generosos sois los dos! Estoy segura de que aportáis mucho más de lo que sabéis ver. En cualquier caso, esa generosidad es un enorme valor. Lo que me recuerda que su contrario, la mezquindad, es una de las cosas que más me disgustan del ser humano.
Un beso
Un beso muy fuerte, Elvira. Hace mucho mucho tiempo que quiero llamarte, no tengo perdón.
Otro beso.
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