Esta noche voy a irme a la cama temprano, justo cuando termine de escribir este testimonio no solicitado.
Estoy muy cansado y necesito dormir. A veces, como hoy, siento que transporto el mundo entero sobre mis espaldas. Otras veces, ojalá mañana, siento que cabalgo sobre él con las riendas en mi mano izquierda como aprendí hace tantos años en Tudela.
Me acostaré, cerraré los ojos y quién sabe lo que me espera al otro lado, a dónde iré, de dónde volveré. Todo es posible.
miércoles, 9 de mayo de 2018
Riendas
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