He aquí que, tras la noche,
llegas, día.
Golpea hoy con tu gran aldaba de luz mi pecho,
entra con todo tu espacio azul en mi corazón ensombrecido.
Que levanten el vuelo los pájaros dormidos de mi alma,
que llenen con su alegre griterío la mañana del mundo,
de mi mundo cerrado
los domingos y fiestas de guardar
secretos indecibles.
Hágase hoy en mí tu transparencia,
sea yo tu claridad.
Y todo vuelva a ser igual que entonces,
cuando tu llegada
no era el final del sueño,
sino su deslumbrante epifanía.
Ángel González (6/9/1925-12/1/2008),
de Otoños y otras luces.
sábado, 12 de enero de 2008
Ángel González
Anotado por Jesús Miramón a las 11:57 | Nombres propios
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Te llamé hace unos días para preguntarte si conocías a Ángel González. Mientras te lo preguntaba tuve la certeza que mi pregunta era una estupidez porqué de él hablamos tiempo atrás pero lo había olvidado momentaneamente. A veces las neuronas patinan como los discos de embrague de un coche.
Te dije que estaba buscando un disco que Pedro Gerra y él habían hecho. No lo encontré ni en el Fnac de Barcelona.
Al final lo conseguí por otros medios. Al escuchar las poesías en la voz del poeta tuve la certeza de que algo muy bonito estaba ocurriendo. Luego; en el cd le sigue Guerra con su guitarra y van compaginando; ahora una del poeta; luego otra del músico.
Sabía que iría a las Cinco estaciones y que allí encontraría tu homenaje al hombre-poeta que se ha ido.
un beso Jesús; te quiero mucho.
carlos
Un petó, amic meu. Nos vemos el sábado.
Publicar un comentario