Las vacaciones y el calor transforman el tiempo en resina. Resulta tentador pensar en pulidos pedazos de ámbar removidos por las frías y oscuras corrientes del mar Báltico, pequeñas arcas de insectos extinguidos. La tarde respira con la paciencia de las tortugas gigantes. En días como estos qué agradable es olvidar.
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4 comentarios:
"La tarde respira con la paciencia de las tortugas gigantes".
Me gusta.
Montale hablaba de la supervivencia puesta en manos de los que se encargan de
"el destilado de las resinas en los troncos putrescentes "
Hola, Añil, cuando lo escribí pensé en la tortuga «Harriet», un ejemplar que murió en 2006 a los 176 años de edad y, según parece, fue estudiada por Charles Darwin en 1830. ¿No es increíble?
Hola, Nán, gracias por el comentario, aunque te confieso que no comprendo lo que Montale quiere decir con esas palabras.
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