viernes, 19 de febrero de 2010

Febrero

Las cigüeñas han regresado a las decenas de nidos que sostienen las torres eléctricas que pueden verse desde la autovía. En las ramas de algunos almendros ya asoman los tiernos brotes que florecerán muy pronto. Ayer salió el sol después de muchos días lluviosos. Todavía no ha terminado el invierno y ya comienzo a echarlo de menos.

2 comentarios:

estrella dijo...

Vaya 'enganche' que tienes con el invierno, Jesús... a mí, que el verano me da la vida (ya lo sabes) cada vez que lo citas con ese 'cariño', me desubicas. Me desubicas porque me emociono con las palabras, con las cigüeñas y los almendros, que ya estallan, y de repente... ¡zas! ¡la frialdad!,
No lo tomes al pie de la letra, por favor, es una broma cariñosa.

No asomo por acá cuanto debiera, te leo, te leo y siempre que lo hago me sienta bien, muy bien, pero para escribir ya tú sabes que hay que tener el cuerpo y el alma a disposición, y hay momentos en que suceden tantas cosas y tan malas que no estás por la labor.
Pero aunque no lo diga todas las veces que corresponde, gracias por las palabras y todo lo que hay en ellas.

Jesús Miramón dijo...

Hola, Estrella,

a mí con el verano me pasa lo mismo que a los osos polares que viven en los zoológicos donde existen los veranos, y por los mismos motivos que a ellos.

Espero que esas cosas malas que asoman en tu comentario se vuelvan buenas o se alejen para no volver.