Estábamos José Luis y yo hablando amigablemente en la terraza del Chanti cuando de pronto, plaf, a uno o dos metros de distancia de nuestra mesa han caído del cielo dos salamanquesas. Una se ha dirigido rápidamente hacia la cercana pared azul y la otra, algo más aturdida por el golpe, se ha quedado en la acera, recuperándose. Tras la sorpresa inicial mi amigo y yo hemos bebido un sorbo de nuestras respectivas copas, me he levantado un momento para hacer una fotografía con el móvil, y a continuación hemos seguido charlando sobre esto y sobre lo otro: fotografías, literatura, música, internet, exploración, consciencia.
viernes, 2 de julio de 2010
Dos salamanquesas
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14 comentarios:
Me encantan las salamanquesas. Me gusta verlas por las paredes en las casas de campo, quietas, como protegiendo el hogar. :-)
Me gustan muchos animales pero este es mi debilidad, lo adoro. En las culturas en las que se considera que los animales son sagrados o totémicos, la salamanquesa es un animal de fuego asociado al cambio y la transformación.
¿De que estaríais hablando...?
Besos**
Vengo a decirte que me ha gustado leer tu poema en el blog de José Luis. Entraré a leerte con más tiempo.
Saludos
A mí también me gustan mucho, y menos mal porque tenemos en la terraza de arriba y en la de abajo. En estas latitudes hay muchas. Un beso, Elvira.
Hablábamos de exploración, Ofelia, así que no andábamos muy lejos del cambio y la transformación. Cuando las pequeñas salamanquesas cayeron debía de ser cerca de la una y media de la madrugada. Un beso.
Gracias, Isabel, y bienvenida a las cinco estaciones.
:-)
Pero sí había puesto un comentario en la mañanita. Después de Elvira. Siempre la lío con los botones.
Decía que era preciosa sobre el azul. Y que qué estarían haciendo ese macho y esa hembra para perder pie (o pata). Como no conocen los tigres, no creo que lo llamen "el salto del tigre".
También imaginaba con placer esa copa y conversación con José Luis, en una terraza, supongo que después del ensayo.
No, no, Nán, después del ensayo es hoy, a las ¡2:55 de la madrugada! Bueno, después del ensayo y después de un par de gin-tonic. Afortunadamente mañana es fiesta, no como hoy-ayer, que he dormido apenas cinco horas. La verdad es que el de José Luis fue un encuentro muy agradable, como el de hace unos minutos con mis compañeros del coro. A estas horas se está muy a gusto en las terrazas, a veintitrés grados de temperatura y acariciados por la brisa nocturna. Nos hemos sentado justamente en la misma mesa que ayer y no he podido evitar buscar las salamanquesas con la mirada, sin encontrarlas.
Supongo que la salmanquesa en cuestión nunca pensó ser famosa por una caida, con foto y todo.
Un beso
¡Es lo que tiene vivir en estos tiempos, en cualquier momento puede surgir un paparazzi aficionado dispuesto a entrometerse en tu intimidad de salamanquesa! ¡No sé a dónde vamos a ir a parar!
:-)
En mi tierra, a estos animalitos se les conoce como "menja-robes" (come- ropas), aunque en realidad no se alimentan de ropa. Este nombre les viene porque suelen (o solían) descansar en los armarios, pero no para comerse los tejidos, sino para capturar a las polillas, habituales de estos sitios y come-ropa por excelencia.
La salamanquesa me parece un animal simpático. Es bueno tenerlas en casa porque mantienen a raya los mosquitos.
Saludos.
Hola, Fátima, sabía que se les llama así en Cataluña, el viernes pasado me lo comentaba una amiga, pero no tenía claro el origen del nombre, gracias por la información. A mí en la terraza me interesaría que mantuviesen a raya a las hormigas, pero por ahora no pueden con ellas.
Un oso hormiguero... ;-)
¿Un oso hormiguero? Bueno, si logro acostumbrarme a comer hormigas ya lo tendremos... :-)
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