martes, 24 de octubre de 2017

Caballos pequeños

El otro día soñé con un lugar perdido en el Himalaya, un país de inexplorados valles de bosques de bambú y prados de flores en los que pacían caballos de pequeña estatura. No había nada más y yo me acercaba a ellos, que a su vez se acercaban a mí con curiosidad. Les acariciaba las cabezas y los belfos suaves como el terciopelo. En el sueño no había nada más salvo los caballos, yo y un cielo de un color azul muy pálido, casi blanco, entre cumbres de nieves eternas.

4 comentarios:

CLD dijo...

¿Despertaste?

Jesús Miramón dijo...

Sí, desperté.

Beauséant dijo...

yo me habría quedado allí, con los caballos.. y con ese cielo...

Jesús Miramón dijo...

Yo también.