A las cuatro y media de la madrugada desperté en medio de una terrible pesadilla. Fui al lavabo a mear. Bebí agua en el vaso con el que nos enjuagamos la boca después de lavarnos los dientes. Me miré en el espejo. Cabeza de patata. Canas revueltas. Ojos de perro. A veces sueño que mueren personas que amo.
lunes, 20 de abril de 2009
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6 comentarios:
A veces -más de una- he despertado del sueño llorando, desolada, completamente desconsolada.
Noches que te sacuden el alma y hasta el cuerpo.
Pero, por una vez, la realidad nos devuelve el sosiego que necesitamos.
Un saludo.
Hola, Estrella,
y a menudo son pesadillas tan reales, tan nítidas... Junto al alivio al despertar uno no puede dejar de sentir también estupor, sorpresa, cierta sensación de ser ajeno a todo, náufrago en un mundo desconocido.
Y dicen que, con esos sueños, les alargamos la vida.
¡Ojalá sea cierto!
Un saludo.
Es verdad, conozco esa superstición, y ojalá, como dices, fuese cierta. Un saludo.
Sin embargo yo sueño con muertos a los que he amado. En mis sueños siempre estan vivos. A veces se yerge de su ataud mientras le velo; otras es libre y no necesita silla de ruedas. Siguen vivos en mí, soy yo la que no los deja marchar en paz.
(Tengo el día libre así que me he dedicado a pasear a través del tiempo y leer. No se lo digas a nadie...)
Hola, Inuk/Paralelo 49, veo que tienes diferentes nombres (pero no se lo voy a decir nadie). Gracias por pasearte por estas páginas ya un poco olvidadas.
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