miércoles, 18 de noviembre de 2009

Usted y tú

A medida que voy cumpliendo años con más frecuencia me tratan de usted. Nunca me ha gustado, tampoco cuando era joven. Yo, en cuanto intuyo la mínima posibilidad, trato de tú a los demás. Al cabo de los años he desarrollado cierto instinto para adivinar cuándo puedo permitírmelo, y confesaré que tal costumbre me ha granjeado muy buenos momentos, sobre todo en conversación con personas ancianas que así me lo pedían. No, no me gusta el usted. A menudo he comprobado cómo, detrás de ese tratamiento supuestamente cortés, se escondía el desprecio, el distanciamiento e incluso la prepotencia. Leyendo a Henning Mankell aprendí que en Suecia todo el mundo se tutea sin que eso suponga una falta de respeto, lo cual aumentó todavía más la simpatía que siento hacia el país de Ingmar Bergman.

14 comentarios:

La de la ventana dijo...

Pues yo soy incapaz de llamar de tú a nadie a partir de cierta edad si no le conozco muy pero que muy bien, no me sale. Es más, me siento de lo más incómoda si me insisten en que lo haga. Y lo mismo me pasa con los jefes: si pasan de los cincuenta, imposible. Me sale el usted y el "Sr. Mengano".
Supongo que somos fruto de la época y la clase social en la que nos tocó crecer. Y yo lo hice en los setenta y en una familia de la clase media-baja. Un tiempo en el que el respeto a los mayores y a los que llevaban corbata era algo casi congénito.

Jesús Miramón dijo...

Hola, Teresa, encantado de verte por aquí.

Si no te sale no te sale, eso está claro, y si te sientes incómoda tuteando a alguien mayor (¡aunque te hayan insistido en hacerlo!) pues lo mejor es tratar de evitarlo. Te diré que en mi trabajo utilizo mucho más el usted que el tú, eso no me causa ningún problema: no me gusta pero me aguanto, hay personas que, como tú, se sienten más seguras en el usted. Ningún problema.

En lo que no estoy de acuerdo es en asociar directamente el tratamiento de usted con el respeto a los mayores (a las personas que voluntariamente llevan corbata nunca les he tenido ni más ni menos respeto que a los que llevan un piercing en la nariz o se visten de pollo asado). No, el respeto a los mayores es otra cosa, algo más serio y natural que el tratamiento, y ellos lo saben y lo notan al instante, hables con ellos de tú o de usted.

amli dijo...

A mi la primera vez que me llamaron de usted, fué un chico joven y en aquellos momentos me sinti VIEJA.
Luego pense que quiza fuera la costumbre, por educación...
Ademas en el trabajo, como pocas personas te conocen personalmente, siempre he sido señorita..
Pero prefiero el tuteo sin ninguna duda.
No me extraña que tú te sientas más cómodo con el tuteo, sobre todo a la hora de aconsejar a las personas en el trabajo.
FUNCIONARIOS COMO TU, no se si hay muchos, eres increible.
AMLI

Elvira dijo...

A mí me sale el usted muy a menudo, excepto con los que son bastante más jóvenes que yo. Y no pretendo ser distante, es para mí una muestra de respeto. Es algo que permanece grabado de mi educación. Cuando ya hay confianza, el tú me surge de forma espontánea.

Tienes razón en que lo importante es el respeto, que puede darse (o no) con el usted y con el tuteo. Un respeto con calidez, es lo que me gusta.

Jesús Miramón dijo...

Hola, amli, bienvenida a las cinco estaciones (y gracias, aunque te aseguro que hay muchos mejores que yo).

Jesús Miramón dijo...

Sí, Elvira, lo entiendo, te digo lo mismo que a Teresa: si no te sale no te sale. Mira, esto es como la elegancia, no depende tanto de lo que uno se pone encima como de la naturalidad con la que se lleva. Algo así. Existen tuteos muy desagradables («¡Eh, tú, ponme una cerveza!») y tuteos llenos de respeto y educación («Hola, buenos días, ¿en qué puedo ayudarte?»), como también puede usarse el usted con muy poca educación («¿Con quién se cree usted que está hablando?») y, por el contrario, exquisitamente («¿Sería tan amable de darme una información?»). En fin, todos sabemos. A mí me gusta el tuteo, me hace sentirme más cercano a la persona, más capaz de ayudarla, pero al final lo que importa es el talante de cada uno, imagino.

La de la ventana dijo...

Pues qué quieres que te diga, Jesús. No me gusta que un funcionario me diga, aunque sea con una sonrisa espléndida y la mayor educación del mundo "¿En qué puedo ayudarte?" si es la primera vez que nos vemos. Para mí el tú implica confianza, cercanía, y salvo que termine visitando al funcionario un buen puñado de veces porque me falten papeles o haga falta volver una y otra vez, no me sentiría cómoda si me tratara de tú. Es más, me saldría decirle eso de "¿En qué pícaro bodegón hemos comido juntos?"

Soy una antigua, lo sé...

Jajajaja...

Jesús Miramón dijo...

Teresa, me atrevo a imaginar que mi instinto, forjado a lo largo de veintidós años de carrera, me diría que a ti sería mejor dirigirme de usted, pero si mi instinto fallara, algo que a veces me ha sucedido, casi siempre con gente joven, cambiaría de registro al instante y sin perder la disposición, por supuesto.

"Hola, buenos días, ¿en qué puedo ayudarte?"

"Buenos días, ¿podría darme información sobre la prestación de maternidad en caso de adopción?"

"Cómo no, siéntese, por favor"

Y ya está.

:-)

(Vengo ahora de comprar en el supermercado, en la caja una chica muy amable que me ha ayudado a llenar las bolsas me ha dicho: "¿Puedes firmar aquí, por favor?", "Claro", he contestado, añadiendo antes de irme: "Muchas gracias", "A ti". Y yo encantado)

Portarosa dijo...

Pero, Jesús, ¿estás seguro de que se tutean en Suecia?
Quiero decir si realmente hay un trato de usted y otro de tú, como en la (¿mayoría?) de las lenguas romances, o no, como en inglés.

Estoy acabando "Millenium", el best seller, en francés; y no paran de decir si se tratan de usted, se pasan al tuteo, etc. Y yo me pregunto si en la v.o. dicen lo mismo o está adaptado (ya sabes que en Francia se lleva bastante a rajatabla, más que aquí).

Jesús Miramón dijo...

Bueno, en todas las novelas de Mankell llega el momento en el que aparece un pie de página que dice lo siguiente: «*En Suecia, el tuteo inmediato entre desconocidos es una práctica muy común. Mantenemos este rasgo en la traducción, aunque pueda resultar llamativo para el lector de habla hispana. (N. del E.)».

Por curiosidad he consultado en google (tuteo suecia) y aparecen bastantes referencias a esa costumbre. Incluso se habla de un «tuteo sueco».

Un abrazo.

Portarosa dijo...

Ah, pues sí. Y ahora que te lo he leído, recuerdo esa nota del traductor.

Un abrazo.

(A mí lo que más me alucina, leyendo "Millenium", es la cantidad de café que toman. Pero de locos, de verdad.)

CG dijo...

El tuteo es una bonita costumbre nórdica pero esto, creo que desgraciadamente, no es Suecia ni Dinamarca. Seguramente se puede ser igual de borde, o de todo lo contrario, tuteando que usteando (a ver si cuela). El tuteo, en España, es costumbre de Reyes (y de médicos del seguro) extendida, a partir de los ochenta a los alumnos de institutos y escuelas. En este último caso a mí me parece y ya me lo parecía entonces, que sobraba la novedad pero a ver quien da ahora marcha atrás.

Jesús Miramón dijo...

Hola, Carlos (¡pero si tienes blog!), te doy la razón en lo de que, desgraciadamente, este país no es Suecia ni Dinamarca (y no estoy pensando únicamente en el tuteo sino en la economía sumergida, la picaresca -¿con iva o sin iva?-, el choriceo, la suciedad, los toros, en fin, corto).

Respecto a lo que dices de los institutos y escuelas, bueno, por lo que sé también existen profesores que tratan y exigen ser tratados de usted por sus alumnos, haberlos haylos (mi hijo, que se llama como tú, ha comenzado este año el instituto y tiene un profesor que se llama Alberto, y al alumno que le llama de tú o Alberto le pone un negativo, quiere que le llamen profesor y le traten de usted, bueno, me parece bien, es su opción, y negativo tras negativo lo logrará).

Jesús Miramón dijo...

Ah, y ha colado, ha colado muy bien. A mí me ha gustado. Lo usaré.