Escuchando la Pasión siento la necesidad de levantarme y buscar un libro en cuya página número setenta y dos aparece la imagen en blanco y negro de una calavera humana. La contemplo mientras la música infiltra mi alma hasta el tuétano. Yo no creo en la existencia de Dios salvo cuando escucho a Bach.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sin comentarios
Publicar un comentario