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martes, 11 de julio de 2023

Plumero

He visto, nervioso e incómodo, un debate electoral en televisión. El próximo 23 de julio votamos gobierno en España. El debate ha sido bochornoso pero, como adulto de sesenta años de edad, quiero pensar que todos sabemos qué modelo, ya no de país sino de mundo entero, queremos. Yo quiero un lugar que amplíe derechos, que respete las diferencias, que tenga y actúe con empatía y solidaridad y compasión hacia todos los seres humanos.

Entiendo que cualquier persona alfabetizada sabe, en el paisaje que nos rodea, quién es homófobo, racista, machista, clasista; no me cabe duda de eso, aunque tampoco de que existan seres humanos que voten esas opciones inhumanas y crueles.

En cuestión de derechos nadie obliga a nadie: nadie está obligado a abortar, a divorciarse, a casarse con alguien de su mismo sexo, nadie está obligado a acogerse a la ley de eutanasia que permite una muerte digna, nadie está obligado a nada; en cuestión de derechos existen ideologías que quieren impedir esas libertades y obligar a otras personas a no ver una película de dibujos animados donde se besan dos mujeres, existen personas que quieren imponer su moral al resto de la población, como sucede con los estados religiosos, por ejemplo.

Me siento incapaz de comprender que alguien pueda votar a partidos políticos que, en vez de ensanchar, estrechan; que en vez de ampliar opciones, las limitan en todos los ámbitos, incluso en los colegios.

Sí, sé que se me ve el plumero y no me importa: soy de izquierda, lo he sido toda mi vida; soy progresista, y haré todo lo posible -es decir, votar- para impedir que mi país sea gobernado por la derecha que tenemos aquí, en este momento, ahora mismo.

viernes, 30 de junio de 2023

Maite

Hoy ha sido el último día de trabajo de mi compañera desde los dieciocho o diecinueve años. Maite se ha jubilado. Más de treinta y cinco años enseñando lengua y literatura española. A mí me emociona porque la amo con toda mi alma, pero a ella no le gusta que hable de estas cosas. Esta tarde voy a traicionarla un poco, y voy a hablar de lo que he sabido de ella "fuera de ella": en mi trabajo he atendido a alumnos suyos que vinieron a solicitar las prestaciones de maternidad y paternidad, he jubilado a padres de los jóvenes a quienes ella dio clase, canté en el coro de Binéfar con compañeras que la conocieron como alumnas en sus clases. Obviamente nadie nunca me habló mal de ella, pero yo sé quién es, cómo ha trabajado siempre, sé reconocer la diferencia entre la verdad y la adulación. Maite Puértolas ha dejado huella, fue una profesora especial, comprometida, generosa y buena, buena en todos los sentidos de la palabra. Se enfadará cuando sepa que he publicado estas palabras, pero me da igual. Son verdad. Ella es verdad. Mi privilegio en este mundo es que ella me ame como yo la amo a ella. Se ha jubilado una profesora. Es mi mujer. Las cosas van viniendo poco a poco. Todo está bien.

jueves, 29 de junio de 2023

Diarios

Llevo escribiendo diarios toda la vida. Aquí en la red desde mayo de 2004, hace casi veinte años, pero los escribía antes en cuadernos, blocs de papel, folios, carpetas que guardo en cajas que mis hijos tal vez abran alguna vez, cuando yo haya desaparecido. Escribo diarios prácticamente desde mi primera adolescencia. No es ni bueno ni malo: por alguna razón desde muy pronto sentí el capricho de hacerlo. Recuerdo que durante el servicio militar me encerraba en el almacén de pintura y albañilería y escribía allí con el fervor de los dieciocho años.

Sabemos, lo sabemos de verdad, íntimamente, que todo se perderá como lágrimas en la lluvia. Y no pasa nada. Carezco de cualquier ambición de perdurar en el tiempo, porque el tiempo es lo que significa, nada más. Creo en la ciencia y creo que nuestro planeta será engullido por el sol que ahora nos permite florecer. Todos estamos condenados, y por eso debemos amar con todo nuestro corazón, por eso debemos explorar con toda nuestra curiosidad, por eso deberíamos disfrutar con el máximo placer del sonido de la lluvia o el de las olas o el de las hojas de los árboles mecidas por el viento. No por el futuro, sino por nuestro presente. No por el destino sino por el inocente mapa que hace un niño en la arena o traza en un pañuelo de papel. La esperanza nos caracteriza a pesar de todo, y así debe ser.

Los diarios son ingenuos, un ejercicio aparente y a todas luces obviamente baldío, pero a quienes los escribimos nos sirven en nuestro breve paso por el mundo siquiera para ordenar nuestra exploración y nuestras dudas. Nada tiene importancia y por lo mismo todo es, mientras dura, infinito.

martes, 27 de junio de 2023

Y luego

Estos días me despierto un poco antes del amanecer, con el ventilador aún en marcha en el dormitorio. Me visto de cualquier manera y me voy a pasear por el campo, sin siquiera limpiarme los dientes. El día, la vida, se siente como a punto de comenzar. Ningún semáforo de Barbastro funciona todavía. La luz es la que precede a la luz. Hoy vi una cigüeña muerta al borde del camino. El sol saliente era de color rojo, mineral fundido. Algunos de los pájaros que huyen ante mis pasos tienen la cola roja, ignoro su nombre. Las flores de los zarzales suman cada mañana. Hace muchas semanas que murieron las amapolas. Hace mucho tiempo que comencé a aceptarme como soy, lo que he logrado, lo que no he logrado. Me siento más satifecho de lo que en mi adolescencia pude imaginar. Pero no puedo seguir escribiendo si mañana quiero volver a pasear por el campo al amanecer. Debo acostarme. Leeré un rato y luego.

lunes, 26 de junio de 2023

Nuestros veranos son la muerte

Nuestros veranos en este lugar del planeta en este preciso momento geológico son una mierda que van camino de otra mierda que ni siquiera es el morir en la muerte -qué felicidad sería-, sino morir en la vida, en el sufrimiento, en el sudor, el animalismo, lo más lejano al pensamiento consciente, el mal humor inherente a la incapacidad de sentirse un ser humano sino más bien un pollo asándose lentamente en una barbacoa inmune a la inteligencia.

¡Y existen alienígenas entre nosotros que le llaman a semejante apocalipsis "tener buen tiempo"!

Pero, a partir de ahora, se acerca el invierno: la última esperanza de las neuronas todavía no hervidas en su líquido meningítico, un futuro sin noches de sudor y duchas de agua fría, un horizonte, aunque temporal, verdaderamente humano, soportable, amigo del hielo y el hálito de la vida convirtiéndose en humo en nuestra boca.

Nuestros veranos son la muerte que van a dar en el frío, que es el vivir. Allí van.

lunes, 12 de junio de 2023

Nuestras vidas son los ríos

He vuelto al trabajo. Me encuentro bien. He superado otro cabo de Hornos. Me encuentro tan bien que casi estoy exultante (no conozco el término medio de nada, ese es mi problema). La mañana ha transcurrido sin ansiedad ni situaciones complicadas, atendiendo a las personas que se sentaban al otro lado de mi mesa con la misma empatía y buena voluntad con las que lo he hecho siempre, pero sin sufrimiento: la química, la ciencia, cumplen con su función.

Junio avanza hacia julio. El viernes pasado nuestra hija leyó su tesis en Bergen, a donde íbamos a ir en avión pero mi patología me aconsejó no hacerlo. Ya es doctora en biología molecular y genética, o algo así. Me sentí tan orgulloso de Paula Miramón Puértolas: la niña que exploraba el campo a mi lado y tomaba en sus manos insectos sin ningún miedo. Toda la familia, tías, tíos y primos y primas incluidos, asistimos a su defensa a través de internet. Dentro de pocas semanas vendrá a España y podré abrazar con mi cuerpo de oso su cuerpo de mariposa.

Nuestro hijo, Carlos Miramón Puértolas, cada día más adulto y, maravillosamente, más cariñoso, trabaja como bombero forestal mientras prepara como puede unas oposiciones a agente de protección medioambiental. Su mundo y el de su novia, enfermera, es el monte, la naturaleza. Me siento orgulloso de sus principios éticos, su bondad natural, su curiosidad; también sufro como padre cuando tiene que acudir junto a sus compañeros a apagar un incendio en el campo, siempre existe el peligro de un cambio de dirección del viento o una mala decisión de sus superiores.

Maite, mi compañera desde los dieciocho o diecinueve años, y ya hemos cumplido sesenta, se jubila este año. Ella, como la veterana profesora de Lengua y Literatura que es, cotiza en una mutualidad que le permite retirarse ahora. No puedo imaginármela sin sus pilas de exámenes y trabajos para corregir en la mesa del salón, pero sí yendo a nadar cada mañana a la piscina cubierta.

Mis padres se aproximan al mar, como dijo el mejor poeta que jamás ha existido en lengua castellana. Mi madre, sobre todo, cada vez está peor. Me consuela saber que tuvieron, que tienen, que tendrán hasta el final, una existencia rodeada del amor de su familia.

La vida fluye y yo, tú, todos nosotros, fluimos con ella. Las olas rompen en la orilla y se retiran para dejar paso a las siguientes. En el cielo azul de nuestro planeta las nubes son blancas.

jueves, 8 de junio de 2023

Cariño

Ha llovido en los últimos días. No de modo constante, no todo el tiempo, pero llovió a ratos y la tierra despertó silenciosamente. Las ranas croan en los charcos de los caminos y las carreteras poco transitadas. Ayer vi una abubilla cruzar el cielo delante de mí. Como sucede con tantas cosas, no sabía cuánto echaba de menos el petricor hasta que inundó mi cerebro paso a paso junto a los enebros y las encinas carrascas.

Mi madre ha dejado de comer en los últimos días. La alimentamos con una jeringuilla. Lo que todos sabemos pero ninguno nos atrevemos a pronunciar en voz alta se aproxima silenciosamente, sin crueldad y sin compasión. Me enfrento a ello como millones de hijos lo hicieron antes que yo durante miles y miles de años. Sólo deseo que no sufra. El pasado fin de semana me miró durante unos segundos como si me reconociese y me dijo: "cariño", para desaparecer después.

El impacto de las bombas en guerras lejanas estremecen mi corazón. El deshielo acelerado de los polos de nuestro planeta, el único lugar del universo en el que nuestros pulmones son capaces de respirar veneno. Los vehículos surcando la cercana autovía a toda velocidad como yo lo hice tantas veces.

Siento que todo me concierne y siento, a mi pesar, que no puedo evitarlo. La curiosidad, la búsqueda de cierta aproximación a la verdad y, sobre todo, el amor. Lo feo, lo bonito, el sueño.

sábado, 20 de mayo de 2023

Acuarela

Las pinceladas de acuarela, las vibrantes, las maravillosas amapolas, comienzan a agostarse. Los pájaros cantan invisibles en los árboles bajo cuya sombra caminamos algunos tramos del paseo. El cielo azul, alto, inacabable, sin una nube, azul, tan azul, me hace recordar la belleza del lugar donde habito. Los campos hace pocos días de un intenso color verde esmeralda ahora comienzan a amarillear, a volverse poco a poco dorados, de cobre, de oro. El agua corre transparente y limpia por el canal de Selgua. Suena el zumbido de los insectos.

La corriente

Mejoro más lentamente de lo que desearía. Algunos días avanzo y otros retrocedo. Todo es raro. La nueva medicación tardará semanas en hacer efecto, y en ello confío, pero mientras tanto me desespero un poco. Continúo con problemas de visión, esporádicos pero presentes, lo cual no impide que me obligue a mí mismo a ir al campo a pasear (si por mí fuera estaría todo el día en la cama hecho un ovillo, durmiendo, despertando y volviendo a dormir). Creo que nunca he estado tan mal. Es como si me hubiera hundido en un pozo muy profundo y oscuro. Me cuesta dormir, pero no quiero tomar más pastillas de las que ya consumo. Tengo que armarme de paciencia y ser egoista y pensar en mí, me lo dijo me hermana pequeña, a la que adoro. Todo esto pasará, y volveré a estar bien, y veré bien, y podré trabajar y ayudar a la gente, y podré ir a Zaragoza y estar con mis padres. No veo la hora. Voy a hacer una confesión: la depresión y la ansiedad destruyen tu vida, la deforman. Te impiden ser feliz incluso ocasionalmente. Acumular días de tristeza es agotador y destructivo. Echo de menos mi vida anterior, la normal, la corriente, cuando existía también la alegría.

martes, 9 de mayo de 2023

Me la dejé en Irlanda

No puedo dormir, otra vez. Y como no puedo dormir me he afeitado la barba. Me la dejé en Irlanda, en julio o agosto de 2010, simplemente porque me olvidé los utentisilios de la ceremonia cotidiana. Así pues, he llevado barba durante casi trece años. A Maite le gusto más con barba, lo sé, así que mañana se llevará un pequeño disgusto. Pero me apetecía hacerlo. También me apetece ponerme pendientes, unos sencillos aros, no sé si en una oreja o en las dos, y lo haré. Hoy mi querida doctora me ha llamado a modo particular al teléfono y me ha cambiado la medicación: hay drogas más modernas y con menos efectos secundarios que las que he tomado durante tantos años. Me encuentro un poco mejor. No soporto la idea de ir a Zaragoza o volver a atender al público al otro lado de mi mesa de trabajo, pero espero que eso cambiará poco a poco. Me gustaban mucho ambas cosas. La depresión y la ansiedad son una puñetera y soberana mierda pinchada en un palo. Pero aquí sigo, y me he afeitado la barba, y pienso que tal vez algunas cosas mejoren -sé que otras no lo harán. Y sobrevivo cada día aunque no pueda dormir. Y amo y soy amado. Con esto basta. Con esto podría morirme feliz ahora mismo.

domingo, 7 de mayo de 2023

Leones y rinocerontes

No puedo dormir. Soy uno más de los millones de personas que ahora mismo, en el mundo entero, no pueden dormir. Ayer supe que nuestro planeta será engullido por un sol moribundo dentro de cinco mil millones de años. Hay cuevas todavía sin descubrir que esconden maravillosas pinturas de caballos, leones y rinocerontes. Hay colonias espaciales en la luna y en marte que tampoco hemos creado aún. Todo es un parpadeo, también dormir y darme ese descanso mental que tanto necesito en estos días. No debería pensar, no debería imaginar, pero mis deseos y mi cuerpo, como mi mente y este mismo cuerpo, no están armonizados, soy un instrumento desafinado que no puede dormir. Me tumbaré en la cama, apagaré todas las luces y cerraré los ojos. Respiraré. Pensaré en Irlanda. En caballos. En el mar. Pensaré en el paseo que mañana daremos Maite y yo junto al canal de Selgua, escuchando los pájaros en los árboles.

jueves, 4 de mayo de 2023

Los primeros vencejos

Han regresado los primeros vencejos de alas en forma de guadaña. Hace pocos días volaban sobre rebaños de gacelas y manadas de leones y ahora están aquí, entre los tejados de las casas. El mundo es un lugar extraño y fascinante para mí. Los campos verdes esmeraldas, brillantes como todo lo nuevo hace unos días, ya comienzan a amarillear y dirigirse hacia los dorados campos del verano, cada vez más temprano. Yo sólo soy un humano en este planeta, uno más entre miles de millones. Intento comprender alguna cosa en el breve parpadeo que durará mi existencia. Creo en el amor, creo en la exploración, creo en la ignorancia. También en la belleza.

domingo, 30 de abril de 2023

Roto

Estoy tan cansado. Todo lo que está pasando me derrota, me vence, me pasa por encima. Y no sé qué hacer para defenderme, no sé qué hacer para nada. Enfrento las olas y dejo que rompan sobre mí. Me siento roto, muerto.

jueves, 27 de abril de 2023

Un lugar extraño

Dos semanas de baja médica en el trabajo. Sufro por mis compañeras, pero eso es algo que, precisamente para mi recuperación, debo omitir de mis pensamientos. Aunque sucede que mi enfermedad es producto de mi cerebro, y todo se complica un poco.

Toda la vida he intentado enfrentar las cosas desde la más sincera e inocente honestidad, el ejemplo que he heredado de mis padres es hacer las cosas bien y sin llamar la atención, por eso siempre me ha costado muchísimo pedir la baja o alterar el funcionamiento normal de mi pequeña oficina comarcal de información de la seguridad social, pero me he roto.

Necesito un tiempo para recomponerme. He retomado la medicación que abandoné en septiembre del año pasado, algo que vivo como una rendición, un fracaso en toda regla. Sí, lo sé, soy idiota, pero es que soy idiota.

Sufro mucho, lloro mucho, y continúo respirando, mi cuerpo funciona sorprendente y aparentemente bien. Lo que mi familia está sufriendo le está sucediendo a miles, millones de familias en todo el planeta.

Me gusta pensar en ese concepto: el planeta. Continentes, tormentas tropicales vistas desde el espacio, países, ciudades luminosas en el lado oscuro de la tierra, calles y edificios, semáforos, parques, aceras. Parecería que al hacer todo más próximo, más cercano, más visible, los sentimientos se disuelven de algún modo: no es así. Los sentimientos no se disuelven, los sentimientos permanecen y crecen y se transforman en un jardín, en una jungla.

Intento seguir adelante sin traicionarme, siendo un digno receptor de la herencia que mi familia ha sembrado en mí y en todos mis hermanos. Me recuperaré y volveré a ser capaz de amar sin vaciar mi alma hasta el fondo. El mundo es un lugar extraño, pero habitamos en él. Lo exploraremos hasta el final, las estrellas brillan en el cielo.

martes, 25 de abril de 2023

Algo que no sucederá

Todo comienza con un cambio radical de las sensaciones e incluso de los sentimientos. Lo que era normal hasta ese momento de repente queda interrumpido por una amenaza cierta que pone en alerta el cuerpo entero. Uno siente que se le va la cabeza, las pulsaciones se aceleran, aparecen los vértigos, los sentidos multiplican su sensibilidad, la necesidad de huir supera cualquier voluntad y, al mismo tiempo, la inminencia inmediata de la muerte se alza ante ti como algo inevitable. E, incluso aunque en cierto modo no te importe morir, cada célula de tu cuerpo se activa para volverte loco con todo el sufrimiento que puedas imaginar, porque ellas no quieren morir. Uno no puede escribir, no puede escuchar, ni siquiera puede no escribir o no escuchar. Uno ve doble, siente los tobillos de arcilla, carece de cualquier control de lo que le sucede. Uno se siente un náufrago en medio de una tormenta marina a miles de kilómetros de una playa, a merced de olas oscuras y gigantes, tan indefenso que sólo quiere dejarse morir, algo que no sucederá.

domingo, 23 de abril de 2023

Hoy llovió

Hoy llovió durante tal vez cuarenta o cincuenta minutos. La felicidad que nos envolvió a todos fue tan intensa como efímera, y mientras miraba desde la ventana de la cocina pensé en semejante privilegio. El cielo grisáceo sobre los edificios del otro lado del río. Los latidos de mi corazón a pesar de todo. Llovió un poco. Pude contemplarlo.

domingo, 16 de abril de 2023

Un gorrión

Lloro, y entre lloro y lloro suspiro, respiro, cocino, voy a trabajar, saludo a los vecinos, salgo con el coche del garaje, compro pan, me detengo en medio de la acera para mirar cualquier cosa: una obra en construcción, un árbol, un gorrión en la acera.

sábado, 1 de abril de 2023

Todo está bien

Camino a través del campo inflamado de color verde esmeralda, las primeras amapolas asombrosamente rojas, las nubes blancas en el cielo azul; camino junto a la mujer que amo desde los dieciocho años y amaré hasta la muerte; camino con una tristeza de meses palpitando en la articulación de mi dolorido hombro derecho.

Se escuchan los pájaros alejándose a nuestro paso, y las hormigas y escarabajos despertaron del sueño invernal para salir a la luz del mundo y cruzar delante de nuestro paseo. Alguna vez, en el futuro, lo harán sin nuestra presencia, ya extinguida.

Pero yo no estoy triste por algo inmenso y significante y profundo, yo estoy triste por lo mismo que estuvieron tristes millones de hijas e hijos antes que yo: la decadencia y desaparición de quienes me trajeron a este mundo insólito y me quisieron, me cuidaron, me besaron y mimaron tantas veces.

Todo está bien: la luna brilla en el cielo sobre esta pequeña ciudad, mi corazón palpita en la absoluta oscuridad del interior de mi pecho, todo está bien.

miércoles, 29 de marzo de 2023

Primavera

Ayer me extrajeron una muela, no estaba previsto pero así fue. El joven médico que me atendió tenía acento asturiano, y su ayudante, otra joven maravillosamente simpática, se llamaba Azucena.

Rosa, Violeta, Margarita, Azucena: me gusta mucho que algunas personas se llamen como las flores, no sé por qué.

Por otra parte no hay mucho más que decir respecto a mi vida: gracias a las radiografías supe que mi muela anclaba sus raíces muy profundamente en la mandíbula inferior, lo cual podría acreditar que soy un ser humano en este mundo, aquello que siempre quise ser con todas mis fuerzas. Soy de aquí, pertenezco a este planeta, los pequeños restos de mi muela ensangrentada tirados a un cubo de basura lo demuestran, todo es glorioso y sórdido al mismo tiempo, huesos y alma, las yemas de las hojas de los árboles pugnando por brotar y comenzar un nuevo mundo junto a la carretera.

jueves, 23 de marzo de 2023

Arcilla y nubes

Ven, atraviésame, llévame en la cima de la ola hacia la playa bajo el sol, bajo la lluvia, bajo el olvido de los planetas lejanos. No te tengo miedo porque fluyes en mi sangre, sé qué eres, te he visto flotar y desaparecer frente a mi boca en las mañanas de invierno. Ven, acaba conmigo sin misericordia pero cuida de los míos, acúnales con tus canciones de arcilla y nubes, acompáñales sin asustarles, suavemente, como si no existieses, tú sabes hacerlo.