No hace demasiados días llamé por teléfono a Moli. El martes hablé con Elvira y esta mañana lo he hecho con Nán. Poco a poco muchos de vosotros vais atravesando la pequeña pantalla de mi portátil para ocupar un lugar a este otro lado de mi vida. Nunca, jamás de los jamases, me acostumbraré a la maravillosa experiencia de conocer y comenzar a querer a otra persona. No hay nada mejor.
jueves, 6 de diciembre de 2012
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11 comentarios:
Estoy muy de acuerdo contigo, Jesús. No hay nada mejor.
Un fuerte abrazo
Cierto. Pero a veces no hay nada peor... No hay luces sin sombras, querido Jesús. Te lo dice una que ha dado ese salto muchas veces.
Nada mejor, querido amigo. El contacto se produce después de muchísimo tiempo de conocerse, con afinidades electivas.
Añadir el pulso vivo al pensar y sentir que ya conocemos, es muy bueno.
Sí, hay algo mejor: seguir queriendolos a lo largo del tiempo. Saludos
Un abrazo a todos.
¡Qué requetebién, Jesús! En mi caso, no será probable un contacto tan cercano, pues estoy muy lejos. Pero no importa. Y, además, nunca se sabe lo que nos deparará la vida. Lo mismo nos encontramos un día tomando una cerveza en la Firehouse Brewery Company, downtown Rapid City. Si te decides a venir, no dejes de avisarme.
Quién sabe, Ángela, me encantaría. Un abrazo.
En mi caso fue sorpresa total la llamada...y moló muchísimo.
seguimiento...
A mí también me moló :)
El viernes mi portátil se cayó de la mesilla de noche y el sábado lo llevé a Zaragoza, donde estará unos días (me tienen que cambiar la pantalla). Menos mal que me queda el iPhone... (Dios, qué pijo ha sonado lo último)
Bueno, finalmente no sólo era la pantalla sino también la placa lógica y no sé qué cosas más... en conclusión: 700 euros.
Me he comprado otro MacBook (ahora lo llaman MacBook-Pro) que me han entregado esta mañana. No es blanco (los retiraron del catálogo) ni tan bonito como el que tenía pero es una maravillosa herramienta. Vuelvo a tener ordenador.
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