martes, 14 de mayo de 2019

Catorce de mayo

Suena una moto en la calle. La ventana está abierta. Su ruido se aleja. Como cada noche, tengo sueño pero me da pena dar por acabada esta página. Una página absolutamente cotidiana y sin ninguna importancia por lo demás: ¿qué pena debería darle a nadie? Ninguna. Estoy cansado, eso es lo que me pasa. Muy cansado -los martes trabajamos hasta las siete de la tarde. Tantas voces, tantos rostros, tantas preguntas, tantas situaciones diferentes: esperanza, desesperación, asuntos sin peso aparente.

La desaparición del ruido de la moto ha dejado el barrio en silencio. Suele pasar. El ruido nos recuerda lo que teníamos y perdimos temporalmente, como sucede con la salud. Me tumbaré en la cama, cerraré los ojos, respiraré profundamente tres o cuatro veces y me dejaré arrastrar por lo que venga, sin miedo. Nací muerto.

2 comentarios:

Mayte dijo...

Para mí tu página sí es importante.

No puedo leerla cada día pero los viernes o los sábados al atardecer siempre ilusiona poder encontrarme con tus publicaciones semanales. Siempre es un placer leerte.

Un beso, Jesús

Jesús Miramón dijo...

Mayte, se me había pasado tu comentario. Muchísimas gracias. Un beso y perdona que no te contestara antes.