sábado, 11 de mayo de 2019

Once de mayo

El viento agitaba las ramas de los árboles y convertía los campos de cereal en estanques de olas vegetales. Ahora es tarde. Había olvidado esta tarea. La he recordado poco antes de irme a dormir. Deberes. Pensé que al hacerme mayor no los tendría, pero los tengo. Y me los pongo yo. Hay que ser idiota.

Sin comentarios