martes, 21 de diciembre de 2021

Consunción

El tiempo me consume poco a poco, me doy cuenta, y lo que más rabia me da es no haber aprendido gran cosa.

Recuerdo que cuando era un preadolescente lleno de dudas me preguntaba si el mundo existía cuando cerraba los ojos, si existían los colores, las formas de las cosas, el universo entero.

De algún modo sigo ahí, en esos doce o trece años, anclado en esa pregunta que siempre me persigue. ¿Qué significa todo esto, todo lo que me rodea? ¿Y por qué? ¿Por qué mi madre tiene la enfermedad de alzheimer sin que yo pueda hacer nada para borrarla, para que no exista? ¿Por qué no puedo evitar la tristeza y la dicha? ¿Por qué no puedo impedir absolutamente nada? ¿Por qué el mundo me impele a todo, a lo que deseé con todas mis fuerzas y también a lo que nunca hubiese elegido?

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