Ladra un perro. Tiene el ladrido de un perro pequeño o mediano, pero no soy un experto en ladridos (tal vez sea un perro gigantesco). La noche avanza minuto a minuto. Me doy la vuelta en la cama y, de pronto, el perro, como si me hubiese escuchado, ha dejado de ladrar. La vida de verdad está hecha de pequeñas cosas y sucesos sin importancia, cotidianos, diarios, nocturnos. Hay pocos palacios y muchos apartamentos pequeños como el nuestro. El perro sigue sin ladrar. Soñaré con caballos: me conformo con eso.
lunes, 3 de enero de 2022
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3 comentarios:
Buenos días, Jesús.
Me han gustado todos tus posts, pero he de reconocer que los últimos que has publicado son maravillosos.
Una y mil veces, gracias por estos preciosos regalos.
Un fuerte abrazo.
Jó, no sé que más decir aparte de gracias.
Yo hoy he soñado con Pokemon. También me conformo con eso.
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