miércoles, 29 de julio de 2009

Cantan los grillos

Mi madre cumple hoy setenta años. Anteayer nació su noveno nieto, nuestro séptimo sobrino, el tercer fruto de mi hermana pequeña: un frágil gusanito que se hará mayor y explorará el universo. En este mismo instante mi mujer y mi hijo viajan en tren hacia aquí después de que mi padre les haya acercado en coche a la estación de Tudela. Mi hija regresa de Canadá la madrugada del próximo lunes, estará muy cansada y habrá que darle tiempo para que se recupere, se adapte y quiera contarnos cosas. Mi hermano C. y su familia están en Irlanda. Mi hermano J. y su familia están en Canarias. El verano se adentra, impertérrito, en su ecuador. Las horas de luz menguan un poco cada día. Cuando llega la noche vuelan los murciélagos y cantan los grillos.

martes, 21 de julio de 2009

Sus pasos

Por la mañana conduzco hacia Barbastro, rumbo al trabajo. A estas horas todo es nuevo: cada arbusto de romero, cada montículo de arenisca, cada encina carrasca, cada campo cosechado. Por los caminos y carreteras locales caminan grupos de personas adultas. Lo hacen por recomendación del médico: no hay nada mejor para la salud que pasear. En la frescura del día que comienza, antes de que despierte el calor, ellos avanzan con las chaquetas atadas a la cintura, armados a veces con un bastón o un palo. Una sombra más suave y sigilosa que la aurora sigue, como los míos, sus pasos.

miércoles, 15 de julio de 2009

Siena

Después de comer me tumbo en el sofá, cierro los ojos, e inmediatamente la superficie bajo mi cuerpo se hunde en un agujero blando que, durante unos segundos que parecen minutos que parecen horas, me traslada a una casa de pueblo, una masía rodeada por un muro de color siena, y al otro lado del muro una linea de cipreses recortados contra el cielo blanco. Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que el edificio parece estar abandonado. Hay muebles cubiertos por sábanas, polvo en el suelo, telarañas. Hay una doble puerta de estilo modernista que da a un recibidor del que arranca una escalera. Subo en silencio. Creo escuchar unas voces. No tengo miedo porque sé que estoy soñando. Después de un último tramo de peldaños estrechos accedo a la buhardilla. Algunas palomas huyen aleteando a través de los amplios boquetes del techo. Hay excrementos y escombros por todas partes. Una mujer y un hombre me esperan en un rincón, sentados en dos sillas viejas. Me acerco a ellos. La mujer se levanta y me dice: «¿No vas a darme un beso?». Le doy dos, uno en cada mejilla. No la conozco. Es muy guapa. El hombre se levanta, me tiende la mano, sonríe y me dice: «Al fin has llegado». Yo también le sonrío mientras acepto su saludo, antes de despertar.

domingo, 12 de julio de 2009

Muy lejos de aquí

Con el comienzo de las vacaciones escolares arriban a los pueblos los niños de ciudad. Son hijos de quienes abandonaron sus orígenes en busca de un futuro mejor, y vienen de Barcelona, de Zaragoza, de Valencia.

Los caminos y campos que rodean las últimas eras son explorados por bandas de pequeños cromañones que a su paso espantan tordos, picarazas y abubillas. Trepan a los árboles, construyen cabañas paleolíticas, descubren dónde crecen los mejores alberges y melocotones. A la caída de la tarde las golondrinas cazan en vuelo rasante sobre las espigas de cobre. Pronto se hará de noche y los niños de ciudad se irán a dormir.

Cuando despierten ya serán mayores. Tendrán esposas de piel pálida y mirada inquisitiva, mujeres de otros planetas. Tendrán sus propios hijos: únicos, raros, principiantes, muy lejos de aquí.

sábado, 4 de julio de 2009

Una puerta

A las cuatro de la madrugada, bajo un cielo de relámpagos secos, llevo a P. a Zaragoza, de donde saldrá en autobús hacia Madrid, de donde saldrá en avión hacia Londres, de donde saldrá en vuelo transoceánico hacia Calgary, en Canadá. Conduzco vigilante pero ningún animal cruza delante del coche, tal vez la tormenta eléctrica los retiene en sus madrigueras. La carretera está desierta. Las señales de tráfico brillan vivamente al ser reflejadas por la luz de los faros. A nuestro alrededor, alrededor del padre, la hija y el equipaje que viaja en el maletero, se extiende el mundo cubierto de minerales y plantas. Océanos lejanos. Bosques oscuros. Una urbanización de casas de madera que rodean un lago. Una calle. Un jardín delantero. Una puerta.

miércoles, 1 de julio de 2009

Sin perdón

Son las dos y media de la madrugada y no puedo dormir. Hace demasiado calor. Me ducho con agua fría a pesar de llevar dos días con moquita y dolor de cabeza, constipado por mi propia culpa, lo sé, al utilizar exageradamente el aire acondicionado, incapaz de soportar esta miserable situación. El calor disuelve mi dignidad, mi creatividad, mi energía física, mi optimismo, mi sueño: todo lo que más necesito es arrasado por este calor inhumano. Las horas pasan despacio. A través de las ventanas y puertas abiertas no corre el más mínimo atisbo de aire. Me sueno la nariz intentando hacer el menor ruido posible y vuelvo a mirar la hora en el teléfono móvil. El pueblo está en absoluto silencio, un silencio hueco, el silencio de un decorado abandonado hasta mañana. Mi piel y mi cabello se han secado en pocos minutos. Decido ducharme otra vez. Lo peor es saber que el amanecer no me perdonará.

viernes, 26 de junio de 2009

Michael Jackson

Ha muerto el cantante Michael Jackson e inmediatamente una ola de histeria colectiva y periodística se ha extendido alrededor del mundo entero. Se habla del nacimiento de un mito, de la desaparición del mejor cantante pop de la historia, se habla de un genio, del número uno, del rey. A mí, musicalmente hablando, me deja indiferente, pero siento lástima por él, no tanto por su muerte como por su vida peripatética. Pobre desgraciado.

martes, 23 de junio de 2009

Martillazos

El día comienza con el ruido de unos albañiles en la casa de al lado. El ritmo y vigor de los martillazos me hace pensar en alguien contratado expresamente para molestar, una especie de psicópata incansable. Me ducho de mal humor y luego, al afeitarme, me corto en la comisura de la ventana izquierda de la nariz, comenzando a sangrar inmediatamente. Con los reflejos del hombre acostumbrado a mutilarse cada mañana me coloco un trocito de papel higiénico en la herida y sigo adelante. Bum, bum, bum. Realmente el sicario enviado por la mafia de las reformas es un verdadero profesional, un generador inagotable de escombro y perturbación. Mientras bebo una taza de leche fría con nescafé intento alejar de mi mente siete o nueve maneras, cada una más violenta que la anterior, de contraatacar.

domingo, 21 de junio de 2009

Mínimos

Nuestra vivienda en Zaragoza, que apenas ocupamos algún fin de semana cada dos meses, está prácticamente vacía. Su mobiliario es el mínimo imprescindible para poder vivir: camas, una mesa, cuatro sillas. Nada más. Es maravilloso.

jueves, 18 de junio de 2009

Hasta las cigüeñas

Escucha: vete a dormir. Hazme caso. Pero si tus párpados se caen de sueño. ¿No te tienta un poco, siquiera un poco, zambullirte en esa laguna de inconsciencia, ese universo sin responsabilidad? Piensa que hasta las cigüeñas duermen en el campanario, cubiertas de plumas blancas. Escucha: vete a dormir. Ahora.

martes, 16 de junio de 2009

Briznas

Algunas personas duermen en las terrazas, tumbadas en hamacas o sobre un colchón en el suelo. Otras se levantan a las cuatro de la madrugada para darse una ducha de agua fría y regresar a la cama. Otras abren las ventanas de ésta y aquella habitación para crear corrientes de aire en busca de una brizna de frescura. La noche es interminable, febril. Cruje la arena de las dunas que avanzan lenta pero inexorablemente hacia la ciudad, rodeándola. Las naves espaciales que evacuan a las poblaciones rumbo a las colonias exteriores son estrellas fugaces en dirección contraria, destellos hacia el cielo. Pronto llegará nuestro turno. Invisibles animales antiguos y nuevos esperan ese momento. Sus gruñidos impacientes nos alcanzan a veces, desde kilómetros de distancia, a través de la oscuridad.

viernes, 12 de junio de 2009

Lejos de Ispahán

Leo que una mujer italiana que perdió el desdichado vuelo de Brasil al llegar tarde al aeropuerto, salvándose así por puro azar del trágico accidente, pocos días después ha chocado con su coche contra un camión en Austria y ha muerto. No he podido evitar recordar ese cuento.

martes, 9 de junio de 2009

Lagartijas

Esta mañana he recogido en el banco setecientos diez dólares canadienses. Tengo que pintar el muro de la terraza. Comprar más conectores y cabezales para el sistema de riego automático. Alinear la dirección del coche. Todavía no he tramitado la declaración de renta de este año. El curso escolar se precipita hacia su fin, lo cual significa que las mujeres de la casa no están para nadie y duermen poco. Cuánto me gustan los relatos de Tobias Wolff, mi último descubrimiento. Han empezado a aparecer las primeras ampollas de piel muerta en mi espalda, consecuencia de las quemaduras de sol del fin de semana. Oh, dios mío, debería tomarme en serio la idea de adelgazar. Aún no he hecho el programa de mano para el concierto del coro del próximo veintisiete de junio. Hace mucho tiempo que no veo a mis padres y mis hermanos. El otro día en el invernadero me di cuenta de la abundancia de lagartijas entre las macetas y semilleros. Iba con mi amigo y no le dije nada, no sé por qué.

domingo, 7 de junio de 2009

Estelas blancas

Día de votaciones europeas. Se da la circunstancia de que mi colegio electoral está en la misma calle y el mismo número que mi casa, es decir, a un metro de distancia de mi portal. El presidente de la mesa es un compañero de M., un hombre de quien tenía una idea equivocada antes de conocerle personalmente: yo confundía su timidez con arrogancia, algo que suele suceder, y resultó ser un tipo muy simpático e interesante. Después de votar camino hacia la tienda de la esquina, uno de esos lugares que abren todos los días del año y venden periódicos, revistas, pan recién hecho, alimentos básicos, hielo y chucherías. El tiempo ha refrescado desde la tormenta del viernes. ¡Ojalá hiciese esta temperatura todo el verano! Compro los periódicos, cuatro cervezas Estrella frías y dos barras de pan. De regreso a casa vuelvo a pasar delante del colegio electoral. Una antigua maestra de mi hija sale del edificio en ese momento y nos saludamos. Sobre nosotros vuelan los pájaros de los nidos de mi alero, y más arriba los aviones que dejan estelas blancas en el cielo, y más arriba la solitaria estación espacial girando alrededor de nuestro pequeño mundo, y más arriba otros planetas, otros sistemas, galaxias, nebulosas, más arriba.

viernes, 5 de junio de 2009

Dioses de las nubes

Todo el calor, todo el bochorno de estas semanas, ha reventado hoy en forma de aparatosa tormenta de granizo. Ha durado unos diez minutos y ha destruido plantas y cultivos. Por la tarde los dioses de las nubes han echado un vistazo para averiguar si había quedado algo a salvo y a eso de las nueve han decidido enviar otra breve granizada para rematar la faena. Más que nada por si acaso.

Viene mi amigo

Viene mi amigo desde Gerona para instalarnos en la terraza del ático un sistema de riego automático gota a gota. Él es tan generoso que trae consigo todos los materiales: el temporizador, los metros de tubo, las abrazaderas, las herramientas, ¡hasta un taladro y el cable alargador, por si acaso! Mi amigo tiene corazón de jardinero, ya lo tenía cuando le conocí hace más de veinte años. Lo nuestro fue un flechazo que todavía continúa.

martes, 2 de junio de 2009

Pendientes

Compra cerezas con rabo y póntelas en las orejas como cuando eras pequeño. Siente su peso leve, el frescor de su piel vegetal. Eso es suficiente.

lunes, 1 de junio de 2009

Hoy es lunes

Hoy es lunes y es también el primer día de junio. Tengo una nueva edad recién estrenada como quien dice. El calor ha disminuido un poco. ¿No me está diciendo todo que, en lo que concierne a los buenos propósitos, es la ocasión ideal para volver a intentarlo?

Paolo Conte

COME MI VUOI?

Come mi vuoi?
Cosa mi dai?
Dove mi porti tu?
Mi piacerai?
Mi capirai?
Sai come prendermi?

Dammi un sandwich e un po' d'indecenza,
e una musica turca anche lei,
metti forte che riempia la stanza
d'incantesimi e di spari e petardi.
Eh, come mi vuoi?

Che si senta anche il pullman perduto
una volta lontano da qui,
e l'odore di spezie che ha il buio
con noi due dentro al buio abbracciati.
Eh, come mi vuoi?




Paolo Conte

jueves, 28 de mayo de 2009

Cuarenta y seis

Despierto a las seis y veinticinco de la mañana. La luz se cuela a través de la cortina pálida. Caigo en la cuenta de algo y escribo en el teléfono móvil un mensaje para mi hermano gemelo. Pronto la casa se pondrá en movimiento con ruido de cañerías, puertas y microondas. Ahora disfruto de su silencio. Siempre me han gustado estos instantes en los que las cosas comienzan.

lunes, 25 de mayo de 2009

Qué rápido late

Ladra un perro en la calle.
Las nubes nocturnas
navegan silenciosamente
sobre ti y sobre mí.
Escucha cómo se aleja
todo ese tiempo que
ni siquiera habías soñado.
Qué rápido late el corazón
en el pecho de los pájaros
que duermen.

Rama de alecrim

Cada día guarda un regalo para nosotros, y para mí el de hoy era esta canción, escucharla por primera vez, de pura casualidad, en la radio del coche. Qué maravilla.



Rama de alecrim - Acetre

sábado, 23 de mayo de 2009

Después del ensayo

Después del ensayo con el coro acudimos al Chanti a tomar una copa. Hablamos de viajes y países, hablamos de perros, de nombres de pájaros, hablamos y hablamos.

jueves, 21 de mayo de 2009

Conocimiento del medio

Por la mañana cuento hasta tres gatos atropellados en la carretera. En el trabajo atiendo a una bella mujer de setenta años que se llama Melania. Por la tarde pregunto a mi hijo un tema de Conocimiento del medio que versa sobre el Imperio de los Austria, concretamente sobre Carlos I y Felipe II. Para cenar pongo a hervir unos bisaltos, el nombre que aquí se les da a los tirabeques. Mientras se cuecen me sirvo un whisky con mucho hielo y escribo estas palabras. Hace un calor terrible, de bochorno. Los pájaros -vencejos, aviones comunes, tórtolas turcas, palomas, gorriones- consumen el día con sus chillidos y sus vuelos acrobáticos.

martes, 19 de mayo de 2009

Todas las mujeres

En esta época del año todas las mujeres están guapas, todas sin excepción. Se sientan al otro lado de la mesa de trabajo, hablan conmigo mirándome a los ojos y, sin ser conscientes de ello, me regalan abiertamente su belleza carnal, una belleza que ni el dolor ni la miseria son capaces de eclipsar.

lunes, 18 de mayo de 2009

Días de equipaje

M. regresó ayer a casa y la familia vuelve a estar reunida. Llegó un poco más delgada y con herpes labial, el precio mínimo que ha de pagar una profesora cuando viaja durante una semana con sus alumnos de quince años. El próximo veinticinco de mayo es C. quien se va a Valencia de viaje de fin de Primaria, y más tarde, durante todo el mes de Julio, P. residirá en Canadá becada por el Gobierno de Aragón. Días de equipaje, días de despedidas y reencuentros.

lunes, 11 de mayo de 2009

Igual que la tormenta

Igual que la tormenta que
acaba de pasar sobre nosotros,
de ese mismo modo,
canicas de hielo
cayendo violentamente
sobre la terraza, sobre
el tejado, sobre los coches
aparcados en la calle,
bum, bum, bum,
miedo, fin, apocalipsis,
así al principio y
después, casi sin
darte cuenta, sólo la
lluvia, la mansa lluvia.

viernes, 8 de mayo de 2009

Copos de algodón

Soy el primero en llegar al lugar donde trabajo. Abro con mi llave el candado de la puerta de cristal, entro en el espacio oscuro, enciendo las luces, subo las persianas y abro las ventanas batientes para que el frescor temprano limpie la atmósfera cargada de plástico y zumbido de ordenador. La luz del exterior es pálida, tímida, de una opacidad residual que comienza a temblar imperceptiblemente camino de la transparencia. Qué frondosos están ya los castaños de indias del jardín. La pequeña ciudad se pone en marcha como el mecanismo de un reloj. Pronto el aire se llenará de los copos de algodón de las semillas de chopo.