lunes, 25 de octubre de 2010

Vigesimoquinto día

Por la mañana alguien me dice que en las montañas han caído las primeras nieves. En el llano sopla un viento furioso que inclina los chopos y álamos junto a las acequias. Los campos de maíz que quedan sin cosechar tienen el color del bronce antiguo. Ayer desmonté el sistema de riego automático para guardarlo en el interior de mi casa hasta la próxima primavera. Hasta la próxima primavera, escribo, y me estremezco.

6 comentarios:

molinos dijo...

"Próxima primavera"..suena lejísimos..y me encanta. Me relamo pensando en el otoño y el invierno que me queda por delante. Hoy por fin en Madrid y la ciudad imperial hace frio y he sacado el abrigo.

Jesús Miramón dijo...

Suena lejísimos e incognitísima, pueden suceder tantas cosas hasta entonces... Yo también me relamo pensando en el frío que queda por delante, de hecho esta mañana en Barbastro el coche marcaba cero grados. Viva el frío.

Eria.. dijo...

Esta mañana se me helaron las carnes.

Jesús Miramón dijo...

Hola, Eria, ¿hay algo mejor que sentir cómo la piel de tu rostro se tensa mientras los capilares comienzan a enviar sangre a las mejillas para compensar la temperatura exterior?

Bueno, probablemente haya algo mejor, pero esa sensación a mí me gusta mucho.

NáN dijo...

El Círculo de Amigos de la Vida Pa'Dentro (y salir a pillar frío)se relame y regocija, se pone sentimental. Por fin podemos respirar despacio.

Jesús Miramón dijo...

ES que el frío, teniendo ropa y algo de grasa corporal, sólo tiene ventajas: adelgaza, estimula la circulación y ralentiza el envejecimiento.

:-)