sábado, 1 de abril de 2017

Andén

El viento feroz se cuela en la cocina a través del tubo de la campana de extracción de humos. Ulula sordamente como si llegase de otro tiempo: un pasado remoto, un futuro muy lejano.

Al otro lado de la calle las ramas de los árboles se agitan como manos en el andén de una estación.

4 comentarios:

Elvira dijo...

¡Qué suerte para tus lectores que vuelvas a escribir con regularidad!

Un beso

andandos dijo...

Pienso como Elvira. Creo que Barbastro no tiene estación de tren, así que es posible que tu cerebro utilice las imágenes de Binéfar, ya ves., somos así.

Jesús Miramón dijo...

Querida Elvira, si soy sincero debo decir que me siento a merced de los elementos, no estoy seguro de qué papel juega mi voluntad en todo esto, ni si seguiré escribiendo con esta regularidad o dejaré de hacerlo repentinamente. No lo sé. Lo que sí sé es que el hecho de que consideres que hacerlos es una suerte para los pocos muchos que me leéis desde hace tanto tiempo es para mí un honor inmenso.

Fue un placer hablar contigo hace unos días. Un beso enorme, amiga.

Jesús Miramón dijo...

No, Barbastro no tiene estación de tren, José Luis, aunque sí una Avenida de la Estación, recuerdo de cuando la tenía. Era un tren pequeño de vía estrecha que enlazaba con Monzón. La llamaban "La burreta" (para quienes no lo sepáis, aquí en la provincia de Huesca, como en Zaragoza el diminutivo típico es "ico" o "ica", en Huesca lo es "eta": en vez de burrico burreta, y así con todo).

Aunque los andenes son, por su propia naturaleza, universales, y nadie mejor que tú lo sabes.

Un abrazo.