domingo, 6 de febrero de 2022

Andamios

Durante algunas semanas tuvimos andamios en la terraza de nuestro piso de Zaragoza. Era una vista terriblemente fea desde el salón, tan fea que bajábamos la persiana hasta el suelo. Pero por fin terminaron los arreglos en los balcones y fachada y hemos vuelto a recuperar el paisaje de siempre. Nuestro edificio tiene la suerte de erigirse frente a un gran colegio infantil y estamos a muchos metros de las fachadas del otro lado. Podemos ver la línea urbanizada del barrio y el cielo sobre ella. Es bonito teniendo en cuenta que se trata de una gran ciudad.

Si alguien me preguntara ¿por qué siempre escribes al final del día, tan tarde, incluso cuando ya es el día siguiente?, le contestaría: porque es el instante de hacer recuento, porque me da miedo hacerlo antes, porque no sé absolutamente nada de nada.

Voy a irme a la cama a dormir, como cada día desde que vine a este mundo extraño, raro e insólito. Todo es tan extraño, tan raro, tan insólito.

1 comentario:

Fackel dijo...

Las horas tardías, nocturnas, son idóneas para la reflexión, pero no las únicas.