Un nuevo día comienza, ajeno a todo, sólo porque sí. He cagado y me he duchado. Ahora, limpio como una patena, escribo con un capuchino de Tassimo a mi lado: lo necesito para comenzar a ponerme en marcha. Me acabaré de vestir y acudiré al trabajo. Ignoro qué personas se sentarán al otro lado de mi mesa ni qué querrán preguntarme. Por no saber no sé si hoy se precipitará sobre nuestro planeta un meteorito no detectado que acabará definitivamente con cualquier forma de vida. Vale, lo sé, mi imaginación es como un hurón sin control, lo sé, vale. Un nuevo día comienza. Una nueva vida. Otra oportunidad.
martes, 22 de febrero de 2022
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