viernes, 28 de marzo de 2008

Ritos funerarios

Suelo hacerlo de vez en cuando: vacío el contenido de la papelera en la chimenea y le prendo fuego. Folios arrugados, pañuelos de papel, tres o cuatro recipientes de yogur, cáscaras de naranja deshidratadas por el paso del tiempo, bolsitas secas de té. Las llamas, amarillas y azules, bailan con la fuerza y el entusiasmo de la vida, no de la muerte, pero al cabo de pocos minutos menguan, silban desesperadas buscando una última bocanada de combustible y, finalmente, desaparecen con un hilo de humo. La papelera está lista para ser colmada de nuevo.

2 comentarios:

Luis Rivera dijo...

La costumbre (vaciar la papelera en la chimenea) y el contenido (incluyo las mondas de naranja) son los mismos a cientos de kilómetros de distancia. Y tal vez algunos pensamientos, algunas consideraciones. Aquí llueve lo mismo que en un post que has escrito más arriba (leo de arriba hacia abajo) y la tarde empieza a oscurecer con más pereza. Coincidencias.

Jesús Miramón dijo...

Coincidencias.
Literatura.
Fraternidad.