lunes, 15 de marzo de 2010

Decimoquinto día

Un agricultor me dice que las heladas de estos días han arruinado las almendras, me explica que las flores darán paso a frutos pequeños, negros, quemados por el frío.

4 comentarios:

Gemma dijo...

También la belleza se cobra sus frutos...
(Da que pensar, sí)
Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

Pienso que, entre otras cosas, la naturaleza nos fascina porque es inapelable. Un abrazo.

NáN dijo...

Heladas a destiempo siempre las ha habido, algunas veces. Lo que hay ahora es el desconciero de innumerables especies naturales.

Jesús Miramón dijo...

Hoy en el trabajo otro agricultor me decía que tampoco era tan raro que helara hasta mediados de marzo, que lo que nos pasa es que tenemos mala memoria para la climatología. Y sobre su efecto sobre las almendras me ha informado de que dependía de la especie y de dónde se hubiesen plantado los árboles. La gente del campo es muy especial, no encontrarás a dos que opinen lo mismo sobre un asunto. Eso sí: nunca nunca, jamás de los jamases, encontrarás a uno que te diga que la cosecha ha sido buena o que ha llovido lo suficiente o ha dejado de llover a tiempo o lo que sea, siempre protestan. Eso no impide que yo les admire mucho.