domingo, 7 de marzo de 2010

Séptimo día

De pronto recordé aquellas verbenas, su atmósfera vagamente polvorienta, los altos vallados de madera levantados para los encierros.

2 comentarios:

andandos dijo...

No sé a qué es debido, pero estas ráfagas de recuerdos de, parece, hace tiempo también me pasan a mí de vez en cuando, de pronto. Supongo que es la edad que uno va alcanzando inevitablemente. "Aquellas verbenas" de las que hablas, me recuerdan a las que yo mismo amenizaba desde encima de un tablado, durante muchos años, como sabes.

Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

Hola, José Luis, yo era de los que bailaban muy poco (o directamente no bailaban) y prefería observar y escuchar cómo tocabais. Siempre he sido muy soso para esas cosas.

:-)