Hola, Elvira, en mi tierra de origen, en Navarra, no se conocen los calçots, que como sabes son una tradición gastronómica propia de Cataluña. Donde yo vivo, en la frontera entre Aragón y Cataluña, sí que se comercializan y se comen desde hace tiempo con su nombre original (de hecho en la mayor parte de los pueblos de «la franja» se habla catalán). Esta mañana hemos traído trescientos al huerto de mis padres y estaban buenísimos, igual que el ternasco a la brasa, la chistorra, las salchichas y la panceta que hemos asado después, todo ello regado de buen vino navarrico. ¡Cocina de fusión!
Y todo ello aderezado con un sol espléndido!!!! Tienen una pinta riquísima.
La última calçotada que hice fue con unos austríacos y alucinaban con el ritual del delantal,las chupadas de dedos y como disfrutar también con lo sucio. Les tuvimos que explicar que los catalanes somos un pueblo escatológico. Aún así no lo entendieron aunque disfrutaron un montón. Un beso requemao
La verdad es que quedaron muy ricos. No nos pusimos delantal porque todos íbamos de huerto y no nos importaba ensuciarnos, pero la verdad es que no me extraña que los austríacos alucinaran con la calçotada. ¡Lo próximo que tenéis que hacer es llevarles a comer caracoles a la llauna, a ver qué cara ponen!
Verso 11.672 de la Ilíada. Homero. Siglo VIII a. C.
Criaturas de un día
Somos todos criaturas de un día; tanto el que recuerda como el recordado. Todo es efímero: tanto la memoria como el objeto de la memoria. Está por llegar el momento en el que habrás olvidado todo y está por llegar el momento en el que todos se habrán olvidado de ti. Piensa siempre que pronto no serás nadie y no estarás en ningún lado.
El mundo ordinario no existe para mí. Cuanto más sabemos de él, tanto más enigmático se torna, y la vida que en él existe se nos revela como una extraordinaria anomalía cósmica. Un árbol que crece y el murmullo de sus hojas: con eso tengo más que suficiente.
6 comentarios:
Una calçotada, qué rica!!! ¿En tu tierra cómo llamáis a los calçots?
Hola, Elvira, en mi tierra de origen, en Navarra, no se conocen los calçots, que como sabes son una tradición gastronómica propia de Cataluña. Donde yo vivo, en la frontera entre Aragón y Cataluña, sí que se comercializan y se comen desde hace tiempo con su nombre original (de hecho en la mayor parte de los pueblos de «la franja» se habla catalán). Esta mañana hemos traído trescientos al huerto de mis padres y estaban buenísimos, igual que el ternasco a la brasa, la chistorra, las salchichas y la panceta que hemos asado después, todo ello regado de buen vino navarrico. ¡Cocina de fusión!
Dieta de fruición, lo llamaría yo. Vamos, el típico ayuno de Semana Santa.
¿Ayuno? ¿Semana qué?
:-)
Y todo ello aderezado con un sol espléndido!!!! Tienen una pinta riquísima.
La última calçotada que hice fue con unos austríacos y alucinaban con el ritual del delantal,las chupadas de dedos y como disfrutar también con lo sucio. Les tuvimos que explicar que los catalanes somos un pueblo escatológico. Aún así no lo entendieron aunque disfrutaron un montón.
Un beso requemao
La verdad es que quedaron muy ricos. No nos pusimos delantal porque todos íbamos de huerto y no nos importaba ensuciarnos, pero la verdad es que no me extraña que los austríacos alucinaran con la calçotada. ¡Lo próximo que tenéis que hacer es llevarles a comer caracoles a la llauna, a ver qué cara ponen!
:-)
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