Paula ha alcanzado a tiempo el tren corriendo como una loca, los servicios mínimos de los cercanías que comunican el aeropuerto del Prat con la estación de Sants le han hecho llegar más tarde de lo esperado, pero cinco minutos antes de que el tren se pusiera en marcha ha logrado sentarse en su asiento. Ahora duerme en su habitación. Estamos contentos. Estoy contento por haberla podido abrazar y besar.
Pero estoy triste, sigo estando triste, por lo que está pasando en Barcelona. Y sí, sé que en en muchas poblaciones y barrios y lugares de Cataluña no está pasando absolutamente nada. Pero sí están pasando cosas. Las cuatro gatas y gatos que me leéis ya sabéis lo que pienso sobre el nacionalismo y sobre Cataluña.
Todos estamos bien aquí en Aragón, en Zaragoza, también en Barbastro. No soy pacifista, soy una persona pacífica, pero se me ocurren más de dos o tres razones por las que me volvería loco. El nacionalismo nunca será una de ellas. Para mí no. Bona nit.
viernes, 18 de octubre de 2019
Dieciocho de octubre
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