Siempre me sorprende la velocidad a la que se consume la leña en la chimenea. Poco importa el tamaño de los troncos, poco importa tu estado de ánimo o las expectativas de la humanidad entera. También en eso el fuego se parece a la lluvia.
domingo, 11 de enero de 2009
jueves, 8 de enero de 2009
Viajes en el tiempo
Anoche soñé con extraños viajes temporales donde aparecía una clínica, alguien muy parecido a Francisco de Goya, un maizal, caminos encharcados, una diligencia, un paseo marítimo de suelo enlosado con piezas de cerámica en forma de ondas.
Hoy durante la cena comenzaba en la televisión una película alemana, "El enigma de Jerusalén", tan mala que casi resultaba enternecedora, donde se contaba un viaje temporal a la época de Jesucristo. La historia arranca cuando unos arqueólogos encuentran un esqueleto de dos mil años de antiguedad y, a su lado, el manual de una cámara de vídeo de la marca SONY. Genial.
Siempre me han apasionado los cuentos y películas donde se narran viajes en el tiempo. Las paradojas imposibles, todo eso. Leí cuando era adolescente un relato maravilloso que narraba un futuro donde los condenados por motivos políticos eran sentenciados al martillo, un artefacto que los enviaba al pasado más remoto sin posibilidad de regreso. El protagonista del cuento arribaba a un lugar desolado en el que otros condenados como él sobrevivían a duras penas en un rudimentario campamento junto al mar. La escena que quedó grabada para siempre en mi cerebro es aquella en la que el exiliado se acerca a la orilla y observa perplejo unos trilobites en las aguas someras. Aunque probablemente he idealizado esa historia daría lo que fuera por volver a leerla.
Cuando imagino viajes temporales nunca imagino apariciones espectaculares en medio de la batalla de Waterloo, al pie de la cruz de Cristo o cabalgando en camello junto a Mahoma, no, lo que imagino se parece más a lo que nos sucedería si un globo aerostático nos depositase en un valle recóndito del interior de Papúa Nueva Guinea: es posible que no encontrásemos a nadie, o tal vez sí, y en ese caso en vez de indígenas barrigudos con largas calabazas a modo de estuche peneano nos toparíamos con ciudadanos romanos, con hititas, con campesinos aztecas, con hombres de Neandertal.
martes, 6 de enero de 2009
Noche de reyes
Una luz refulge en la noche, y otra, y otra, rumbo a sus objetivos. Los reyes avanzan a través de los campos dejando sobre la tierra una huella profunda, pues cargan consigo pesadas raciones de campaña, cuchillos, puños americanos, iPods, abundante munición para sus armas, mapas, planos, cantimploras, granadas de fragmentación, cámaras de vídeo en los cascos, una capa impermeable. Los reyes avanzan dejando huellas profundas en la tierra fértil. Los reyes avanzan en silencio hacia Belén.
Ventanuco
Regreso de Asturias alejándome del buen tiempo y penetrando kilómetro a kilómetro en la gélida niebla. Quedan atrás los valles verdes, sus laderas cubiertas de bosques de eucaliptos, pequeñas aldeas, una playa, dos ciudades; quedan atrás días de convivencia familiar, volver a decir mamá y papá a cada rato, ser llamado tío por las sobrinas más pequeñas, estar con mis hermanos; quedan atrás los primeros pasos de este nuevo año que suavemente comienza a precipitarse. Grande es el mundo, y tan pequeño como mi vida.
Anotado por Jesús Miramón a las 01:12 | Diario , Fotografías , Viajes
lunes, 29 de diciembre de 2008
Equipaje
El día ha amanecido húmedo y gris. Todavía con el eco de los conciertos del fin de semana en el oído preparo el equipaje. Estoy un poco cansado físicamente, han sido días de muchos ensayos y preparativos, pero es un cansancio agradable el que se siente cuando uno ha hecho bien las cosas. Esta noche dormiremos en Zaragoza y mañana emprenderemos viaje hacia el Norte, hacia el mar, hacia ese desconocido año que se avecina. Quién sabe lo que guarda para nosotros.
viernes, 26 de diciembre de 2008
jueves, 25 de diciembre de 2008
Frío en la calle
Me siento muy afortunado de que mis padres vivan. Sé que, como la de mis hijos, se trata de una fortuna pasajera, así que las ocasiones en que nos reunimos trato de disfrutar conscientemente de ella. Preparo unos hermosos gambones a la plancha, mamá fríe en la sartén empanadillas caseras, papá, Maite y los chicos entran y salen de la cocina llevando cosas a la mesa del salón. Afuera, al otro lado del cristal empañado de la galería, los tejados conservan la blancura de la niebla escarchada. Doy la vuelta a los gambones, los espolvoreo de sal gorda, los salpico de aceite de oliva. Ya está puesta la mesa, dice alguien, ¿qué champán saco? ¡El de la terraza está más fresco que el del frigorífico! Y es verdad: hace mucho, muchísimo frío en la calle, el pueblo entero está helado. Nuestros corazones no.
domingo, 21 de diciembre de 2008
El noi de la mare
Què li darem a n'el noi de la mare?
què li darem que li sàpiga bo?
Li darem panses amb unes balances,
Li darem figues amb un paneró.
Què li darem al fillet de Maria?
Què li darem a l'hermós infantó?
Panses i figues i nous i olives,
Panses i figues i mel i mató.
Tan patantam que les figues són verdes,
Tan patantam que ja maduraran.
Si no maduren el dia de Pasqua
Maduraran en el dia de Rams!
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Este es uno de mis villancicos favoritos. La interpretación que he podido encontrar es del Orfeó Catalá. Feliz navidad.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
Cantábrico
Ha helado esta noche y una película blanca cubre todo el paisaje. Los coches que me preceden han abierto una franja seca sobre el asfalto de color azul cantábrico. Sólo faltan dos semanas. Necesito pasear a la orilla del mar.
lunes, 15 de diciembre de 2008
Jaculatoria
Dejé de fumar hace dos años y medio. No me he cortado el pelo desde abril. Volví a engordar porque dejé de hacer ejercicio y ser abstemio. Cada día admiro más a la gente corriente, héroes de la lucha y la gloria verdaderas, con una admiración inversamente proporcional al asco que me producen, salvo algunas excepciones, intelectuales, escritores, filósofos y obispos en general. Por aquellos no me permitiré, no lo haré, odiar la navidad. Sí me permitiré reírme con mueca de hiena del descalabro de algunos multimillonarios, víctimas de fraudes basados en su codicia insaciable. Este último verano conseguí, después de muchos años intentándolo, dejar de comprar el periódico a diario para pasar a leerlo sólo los fines de semana. No sé muy bien lo que quiero, lo que busco, lo cual a estas alturas de mi vida resulta entre ridículo y patético. Me salva el cariño de algunos que me aman. La música. La exploración.
miércoles, 10 de diciembre de 2008
Miércoles
A este señor le conozco, su cabello ha encanecido y el trazo de la boca se ha transformado en una mueca, viudo sin matrimonio. Yo amo a las madres que acaban de tener un hijo, amo sus cuerpos entumecidos, su piel translúcida, su fortaleza. Oh, no me gusta que usted diga "por favor" constantemente, no, no me gusta: "por favor, por favor, por favor", ¿acaso piensa que voy a atenderle mejor por eso? ¿teme que vaya a tratarle mal por ser marroquí? No, no es necesario suplicar, piense que su actitud nos envilece a los dos. Una anciana de rostro masculino y nariz roja me observa con los brillantes ojos de su juventud.
Anotado por Jesús Miramón a las 23:54 | Diario , Vida laboral
lunes, 8 de diciembre de 2008
Leña de almendro
El sábado fui al huerto de mi amigo a recoger leña de almendro. Allí estaban él y su padre de ochenta y un años, quienes, más allá de la generosidad, me habían preparado unos sacos. La mañana era soleada, cristalina, blanca. Estuvimos charlando un rato, cargué la leña en la Picasso y vine a casa. Por la tarde encendí la chimenea con papel de periódico usado. Pronto danzaban las llamas. Puse mi vieja cámara fotográfica sobre la mesa, frente al hogar, y grabé un minuto y medio de vídeo. Me gusta ese crepitar.
Lunes
Me levanto muy tarde, cerca de las doce del mediodía, torpe, pesado, arrepentido. Me asomo a la calle. El cielo es una superficie gris tan lisa y uniforme que parece de otro mundo. Si no fuese por el humo que se eleva de algunas chimeneas pensaría que el pueblo está desierto. ¿Ha caído una bomba de neutrones? ¿Han venido naves extraterrestres mientras dormía y han secuestrado a todos los habitantes de Binéfar? ¿O se trata simplemente del invierno rural, tan distinto al urbano, acercándose?
domingo, 7 de diciembre de 2008
Después del ensayo
A lo que más se parece a veces el ejercicio de la música es al duro trabajo del pico y la pala: repetición y sudor, frustración, paciencia, fe. Primer ensayo de los tres coros que estamos preparando el concierto de navidad con la Orquesta de Cámara de Huesca. Problemas de empaste, típicos cuando se reúnen corales acostumbradas cada una a sus directoras; problemas con la sonoridad de la sala del Palacio de Congresos de Barbastro donde estamos ensayando, cuadrada y de techo muy bajo; problemas con algunas partituras que contienen diferencias entre unos grupos y otros; problemas con los tenores de los tres coros, que definitivamente no tienen su día; etcétera. Sí, yo diría que, en cuanto al ejercicio de la música se refiere, la fe, casi tanto como el pico y la pala, es un elemento absolutamente imprescindible.
Anotado por Jesús Miramón a las 11:53 | Después del ensayo
martes, 2 de diciembre de 2008
lunes, 1 de diciembre de 2008
Polvo de alas
A las seis de la tarde salgo del trabajo entorpecido por el (polvo de alas) peso de todas las personas con las que he hablado a lo largo del día: hombres, mujeres, jóvenes, ancianos, niños traductores para sus padres extranjeros. Tantas palabras brotando de mi boca hasta quedarme ronco, tantos (compasivos, indiferentes, enternecidos, cínicos, indignados, lujuriosos, melancólicos) pensamientos. A las seis de la tarde salgo de la oficina y ya es de noche. Entro en mi coche, introduzco la llave bajo al volante, arranco el motor y se iluminan los instrumentos de color verde. Nunca deja de sorprenderme la (inevitable) sólida consistencia del vínculo que existe entre todos nosotros, (navegantes) seres humanos. Un vehículo me envía un destello de luces desde atrás, con un gesto de la mano su ocupante me pregunta si voy a dejar libre la plaza de aparcamiento, le digo que sí, pongo en marcha el intermitente, maniobro para salir, (vuelvo a mi casa) me voy.
Anotado por Jesús Miramón a las 20:37 | Diario , Vida laboral
viernes, 28 de noviembre de 2008
Expedición
La expedición se detuvo lenta, imperceptiblemente: aquí un explorador de avanzada se demoró más de lo necesario ante el reflejo del atardecer en las nubes, allí un porteador escuchó por vez primera el sonido que producían sus pies en la nieve, ahí las dunas del desierto engulleron clanes enteros, allá otros se perdieron en bosques de bambú.
martes, 25 de noviembre de 2008
Noviembre
Mañana fría de noviembre. ¿Es posible que ya estemos en la última semana? Mientras en el microondas se calienta la leche en la radio advierten de la llegada de una ola de temperaturas glaciales, con nevadas a partir de quinientos metros de altitud. La luz es gris en la calle, gris sobre los tejados de las casas, sobre los coches aparcados junto a la acera. El microondas hace clink.
domingo, 23 de noviembre de 2008
El sueño del erizo
El erizo se envuelve en su nido,
los patos vuelan matemáticamente
hacia el sur en el cielo
y en los tendidos eléctricos
en medio del campo,
como notas musicales y absurdas,
descansan pequeños pájaros negros
cuyo nombre desconozco.
Desde lejos viene la lluvia, desde lejos,
todo el mundo lo sabe.
Mas lo que nadie sabe es
con qué sueña el erizo
que duerme en su nido,
ni cómo es el sur en el cielo,
ni cual el dolor o el gozo
de tantas hojas rojas
sobre la tierra.
Desde lejos viene la lluvia, desde lejos,
y luego vendrá la nieve, tan blanca.
martes, 18 de noviembre de 2008
Que ahí viene
Hace mucho que la noche dio fin a las tareas de las grandes máquinas naranjas y amarillas, que con la llegada de la oscuridad dejaron de desbrozar las rectas franjas de terreno que dentro de algunos meses se convertirán en la autovía que recorreré cada día. A estas horas los trabajadores de chalecos reflectantes descansan en sus casas con sus familias. En la torre de la iglesia de San Pedro dormitan las cigüeñas que decidieron soportar aquí el invierno que ahí viene.
sábado, 15 de noviembre de 2008
Después del ensayo
Ni la poesía
ni el dibujo
ni la fotografía
ni el cine
ni la gastronomía
ni el sexo
ni la religión
ni la investigación
ni el estudio
ni la medicina
ni la arquitectura
ni la paleontología
ni la novela
ni las playas
ni los prados
ni los caminos del campo,
sólo la música,
ella lo consigue.
Anotado por Jesús Miramón a las 02:20 | Después del ensayo , Poemas
viernes, 14 de noviembre de 2008
Veinte
Por la tarde, a eso de las cuatro, me tumbo en la cama cubierto con una manta. Al cabo de lo que parecen veinte o treinta segundos una voz femenina se abre paso en la oscuridad: Jesús, Jesús, ¿sabes qué hora es? ¡Son casi las siete! Ya voy, ya voy, digo como un niño pequeño, y me doy la vuelta. En mi cerebro es por la mañana, en otro sitio, en otro momento. Vuelvo a caer en un pozo y en seguida, de nuevo: ¡Jesús, son las siete y media! ¿Hasta qué hora vas a dormir la siesta? Abro los ojos. Ella da la luz. La bombilla de uno de los tres brazos de la lámpara del techo está fundida desde hace meses, mañana la sustituiré. La calle está oscura como boca de lobo. Suena el teléfono. Ella desaparece en el pasillo. Escucho su voz que dice: "Soy su mujer, ¿qué desea?", y a continuación: "Verá, es que ya tenemos todos esos seguros, ahora mismo no necesitamos ninguno más. No. No. Se lo agradezco pero no, gracias". Cuelga. ¿Seguro que no es por la mañana? Entonces, ¿cómo se explica esta tremenda erección matutina? ¿Será su voz diciendo: "Soy su mujer, qué desea"? Oh, sí, me excita escucharle decir eso. Poco a poco vuelvo a la realidad y caigo en la cuenta de que Paula está en casa de una amiga y Carlos ha ido a un cumpleaños. Campo libre. En plena trempera matinera a las siete y media de la tarde la llamo por su nombre y le pido que venga. Anteayer cumplimos veinte años de matrimonio. Conozco cada centímetro de su piel. Sé cómo ir despacio y cómo ir deprisa. Es mi mujer. Yo sé lo que deseo ahora.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
domingo, 9 de noviembre de 2008
Compras de ciudad
El sábado por la tarde, cerca de las ocho, sucede: en un centro comercial repleto de miles de congéneres mi sistema límbico se derrumba después de unas cuantas horas de intensa actividad adaptativa: de pronto todos los seres humanos que me rodean me parecen deformes, tarados, escoria de sus moldes, repugnantes monstruos ajenos a su fealdad. Me apoyo en un pilar de falso mármol travertino e intento recuperar la cordura. Mi familia se da cuenta de que no camino entre ellos y regresa a buscarme. Mi mujer me dice que tengo mal aspecto, ¿te encuentras bien? No pasa nada, le digo, me agobia tanta gente, no lo puedo evitar. Mi hija me dice que parezco un paranoico, que siempre me pasa lo mismo en esos sitios (cuando lo que está queriendo y consiguiendo decir es lo siguiente: me estás fastidiando mi día de compras, papá, por favor, compórtate como cualquier otro padre generoso y aguanta). Mi hijo también está harto, lo sé, pero calla con aparente indiferencia porque va detrás de una pieza mayor (que finalmente conseguirá). Vete a casa, me dice mi mujer, tienes mal aspecto, vete a casa y descansa, cuando terminemos te llamamos y vienes a buscarnos, ¿te parece bien? Oh, me parece maravilloso, casi me dan ganas de arrodillarme y besarle los pies. Me alejo de allí lo más rápidamente posible sin que parezca que me persigue la policía. Cuando salgo del aparcamiento subterráneo pulso el botón que baja la ventanilla del coche y dejo que el frescor de la noche de Zaragoza despeje poco a poco mi mente.
viernes, 7 de noviembre de 2008
Planeta lejano
Desde hace unos días hay nieve en la cordillera. A las ocho de la mañana el sol ilumina las cimas frontalmente en algunos tramos de la carretera, convirtiendo el viaje a Barbastro en una experiencia estética. Sobre los campos de cebada cubiertos de brotes verdes como musgo se eleva un metro o metro y medio de tenue neblina. En los desmontes y barbechos los arbustos de aliaga, que este año crecieron más altos que nunca, se han secado y languidecido hasta transformarse en el decorado de una película de ciencia ficción, vegetación muerta de un planeta lejano. El termómetro del coche señala cinco grados.
jueves, 6 de noviembre de 2008
Yo no soy bueno
Yo no soy bueno. Cuando se cruzan en mi camino personas que perdieron mi respeto, personas a las que en el pasado vi actuar miserablemente con quienes habían llamado amigas y amigos, personas bajo cuya aparente capa de exquisita educación esconden el cinismo y la arrogancia más despreciables, cuando se cruzan en mi camino ese tipo de personas cambio de acera, y si se empeñan en entrar en mi casa las expulso de ella. A estas alturas de mi vida no pediré perdón por elegir amistades y conocidos. Así de malo soy.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Un día histórico
Me levanto con la noticia de que Barack Obama se ha convertido en el primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos de América, y lo ha hecho, como sucedió en las primeras elecciones de José Luis Rodríguez Zapatero en España, con una afluencia masiva de votantes, entre ellos, significativamente, jóvenes y ciudadanos que en otras ocasiones no acudían a las urnas. Tal vez este miércoles otoñal sea una de esas fechas históricas que recordaremos cuando seamos muy mayores ("yo tenía cuarenta y cinco años el día que Obama ganó la elecciones"), sobre todo si cumple con sus promesas de cambio y regeneración en estos tiempos de crisis. El mundo necesita líderes carismáticos, líderes honestos que sean conscientes de los errores que se han cometido. Hoy siento un poco más de esperanza que ayer.
domingo, 2 de noviembre de 2008
Deshoras
El sonido del agua en los canalones del tejado me despertó a las cinco y media de la madrugada. Fui al frigorífico y bebí zumo de naranja. Llovía furiosamente a la luz de las farolas de la calle. La casa estaba en silencio. Vine al salón y estuve leyendo. Dejó de llover y se levantó el viento. Cuando empezaba a amanecer regresé a la cama. He dormido hasta las once y media. El domingo es oscuro y frío.
miércoles, 29 de octubre de 2008
Vacas flacas
En medio de la crisis
el frío regresó
con la indiferencia
de las vacas gordas.
Dentro de las casas
vuelan las últimas moscas
de este año veloz:
vivirán dos semanas.
Qué hermoso es el latido
de la arteria en tu cuello.
No quieras saber nada,
no ahora, y bésame.