Ceno un yogur y subo aquí antes de irme a dormir. Estoy tan cansado. Antes apenas me hacían mella quinientos kilómetros pero ahora los noto, vaya si los noto. Quinientos kilómetros ida y vuelta es la distancia que separa esta mesa del pueblo donde nací y donde esta mañana mi preciosa sobrina Celia, la hija mayor de mi hermana, ha hecho la primera comunión. Después de la ceremonia hemos ido a comer a nuestro restaurante favorito y a eso de las siete nos hemos despedido de todos y hemos emprendido el camino de vuelta. Continúa gustándome devorar kilómetros, disfruto de ese ejercicio hipnótico en el que el flujo del tiempo parece materializarse en paisaje y asfalto pero sí, lo cierto es que ahora me canso más que antes. Claro que hoy tal vez existía un motivo: a las tres de la madrugada me despertó el golpeteo de la lluvia en la claraboya. Como me había acostado muy temprano no lograba recuperar el sueño y decidí sumergirme en las tierras de Poniente y el Norte más allá del muro. Miles de diminutos dedos de lluvia continuaban repiqueteando en el cristal del techo cuando poco antes del amanecer, casi sin darme cuenta, me dormí.
domingo, 3 de junio de 2012
sábado, 2 de junio de 2012
Después del ensayo
Después del ensayo fuimos al Chanti a tomar una copa. Sentados alrededor de una de las mesas de su terraza disfrutamos de la frescura nocturna y la conversación amigable. Qué vivas sonaban nuestras voces y nuestras risas en la madrugada. Casi parecíamos a salvo.
Anotado por Jesús Miramón a las 03:24 | Después del ensayo , Diario
miércoles, 30 de mayo de 2012
Una cigueña
Conduciendo de regreso a Binéfar una cigüeña cruzó el cielo sobre la carretera. Ella volaba de derecha a izquierda y el río Cinca fluía de izquierda a derecha bajo el viaducto. Yo, a pesar de mis intenciones y las recomendaciones de mi doctora, pensaba en el miedo de muchas de las personas a las que había atendido por la mañana, incapaz de deshacerme de su eco en mi cabeza. Pero todavía quedaban diez kilómetros para llegar a casa, tal vez fueran suficientes. Y además estaba el río y aquella cigüeña tan grande, tan absurda.
martes, 29 de mayo de 2012
Semejantes prodigios
Aprovecha la alegría de los pájaros que celebran el comienzo de un día nuevo. Aprovéchala, disfrútala sin remordimientos. No están los tiempos para despreciar semejantes prodigios.
domingo, 27 de mayo de 2012
domingo, 4 de marzo de 2012
Ciencia ficción II
La tierra, marzo de dos mil doce. No existen colonias humanas en otros planetas, ni siquiera en la luna. Una joven estudia genética molecular en el dormitorio de una residencia de estudiantes de Barcelona. La estación espacial internacional orbita a trescientos ochenta y seis kilómetros de altura, la máxima distancia que una población estable de nuestra especie ha logrado alcanzar en el espacio. Los almendros han vuelto a florecer y sus pétalos blancos se agitan movidos por la brisa como alas de pequeñas mariposas.
sábado, 3 de marzo de 2012
Después del ensayo
Después del ensayo vamos a tomar unas copas al Chanti. Nos sentamos en una mesa y pedimos las bebidas. Hablamos de esto y de lo otro: de los evidentes estragos del botox en algunas actrices, de la difícil paternidad con hijos adolescentes y también, no podemos evitarlo, de la crisis económica y sus consecuencias a nuestro alrededor. Mientras escucho sus voces, tan apasionadas al hablar como al cantar, me siento afortunado de tener estos amigos que me acompañan todos los viernes por la noche, estación tras estación tras estación.
Anotado por Jesús Miramón a las 03:01 | Después del ensayo , Diario
martes, 28 de febrero de 2012
Pan normando
A media mañana compré pan normando en la panadería Buera. Un poco más tarde, ya en la agencia, atendí a una dulce joven francesa que trabaja en una gestoría y es natural de Caen. Le comenté la coincidencia y le dije también que cada vez que hablo con ella me acuerdo de nuestro maravilloso viaje a su país. Me preguntó si volvería alguna vez a Normandía y mientras le contestaba que me encantaría tuve el presentimiento de que eso jamás sucedería.
domingo, 26 de febrero de 2012
Moscas pequeñas
Hoy he descubierto el primer insecto del año. Se parecía a una mosca pequeña. El invierno comienza a rendirse.
miércoles, 22 de febrero de 2012
Clink
Noche larga e inquieta con la cabeza bullendo de pensamientos, algunos absurdos y otros extremadamente racionales. Me levanto antes de que suene el despertador preguntándome si seré capaz de cumplir todos mis propósitos. Esperando el clink del microondas que calienta mi desayuno caigo en la cuenta de que ignoro cuánto tiempo me queda.
sábado, 18 de febrero de 2012
Sin título
Giras alrededor de ejes sepultados
bajo toneladas de hielo.
Tus pulmones se llenan y se vacían
a treinta y siete grados centígrados.
Ningún misterio es pequeño.
miércoles, 15 de febrero de 2012
El gesto de una mano
El cuatro de marzo se acerca. Cinco años. Qué pronto pasaron. Las cuatro estaciones girarán y girarán sin cesar hasta que el mundo entero se encienda como una polilla en contacto con el sol; las cinco estaciones no, ellas tienen un comienzo y un final. Verano, otoño, invierno, primavera y algo más, no sé qué, un aliento, una sombra, el gesto de una mano o unos labios.
domingo, 12 de febrero de 2012
De uno en uno
Abandonos. Malentendidos. Pequeñas traiciones. Pereza. Descuido. Bifurcaciones. Últimamente, no sé por qué, pienso mucho en las personas que por un motivo u otro dejé o me dejaron atrás en el camino. A estas alturas de mi vida comienzan a formar un grupo relativamente numeroso. Algunas noches sueño con ellos y les echo de menos de uno en uno.
viernes, 10 de febrero de 2012
Estar aquí
Siete grados bajo cero, un cielo sin nubes, peatones de rostros ocultos por bufandas, pequeños pájaros en las ramas peladas de los castaños de indias, la luz del sol ilumina la fachada de ladrillos caravista de la fachada de enfrente, la agencia está en silencio, la persiana bajada, un nuevo día comienza en el somontano de Huesca y yo estoy aquí.
domingo, 5 de febrero de 2012
Submarinos
Es domingo y caminamos por los pasillos de nuestras casas con la naturalidad de los tripulantes de un submarino. Dentro estamos a salvo del viento, la nieve, los calamares gigantes, las olas gigantes, el universo gigante, los sentimientos gigantes.
jueves, 2 de febrero de 2012
Wislawa Szymborska
Leo que se ha muerto y la noticia me emociona profundamente. Yo, lo reconozco, soy de los que descubrí a Wislawa Szymborska cuando le dieron el premio Nobel, y recuerdo mi maravillada sorpresa al encontrarla. Pero todo lo que hoy pueda escribir sobre ella, hoy precisamente y no ayer, está infectado por la triste, la pedestre oportunidad que ella hubiera desdeñado con una sonrisa. Mejor callar y leer sus poemas. Mejor seguir viviendo, como hasta ahora, en su compañía.
lunes, 30 de enero de 2012
Pum pum
Las campanadas de la iglesia de San Pedro sobrevuelan la noche helada hasta alcanzar este dormitorio y después, al cesar, abandonarme en la orilla del acompasado latido del corazón que escucho en la almohada contra mi oído derecho. Pum pum, pum pum, pum pum.
sábado, 28 de enero de 2012
El traje del emperador
De que escribir era
el traje del emperador
uno se da cuenta
al dejar de hacerlo.
No hace falta que
un niño lo grite
entre la multitud, eso
no es necesario.
Lo que cabe hacer ahora es
inventar un punto en el horizonte y,
desnudo y con la cabeza alta,
emprender la marcha sin mirar atrás.
lunes, 23 de enero de 2012
Bancos de niebla
Por la mañana, camino de Barbastro, había bancos de niebla en los que entraba y salía. Nubes enredadas en el campo.
Los lunes son días complicados en la Agencia y hoy no fue una excepción: al bajar la persiana mi mente estaba tan saturada que era incapaz de hilar un pensamiento razonable.
Después de comer los garbanzos que había dejado preparados el día anterior recogimos la mesa entre los tres. Al ir a poner en marcha el lavaplatos me di cuenta de que quedaban muy pocas pastillas de jabón y las añadí a la lista de la compra adherida a la puerta del frigorífico.
Cuando desperté de la siesta ya era de noche y durante un momento me sentí perdido. En la pantalla de la televisión un barco de pesca se elevaba y caía entre las inmensas olas del Mar de Bering. A pesar de la tormenta los pescadores sacaban del agua grandes jaulas llenas de cangrejos y las vaciaban en la bodega tratando de no perder el equilibrio y precipitarse en la gélida oscuridad.
sábado, 21 de enero de 2012
Después del ensayo
Después del ensayo vamos a tomar una copa al Chanti. La música que todavía suena en mi cabeza pronto será sustituida por voces y risas.
Muchas de las cosas que más me gustan se repiten.
Anotado por Jesús Miramón a las 04:11 | Después del ensayo , Diario
jueves, 19 de enero de 2012
sábado, 14 de enero de 2012
Dados
C. trabajaba de mecánico de motos en Barcelona cuando conoció a través de internet a una joven de México. Se enamoró de ella y al cabo de algunos meses cruzó el Atlántico para comenzar una nueva vida. A pesar de las advertencias de familiares y amigos su relación virtual desembocó en un amor verdadero, algo que él, por supuesto, ya sabía que sucedería. Ignoraba, sin embargo, que al cabo de varios meses de felicidad un gran cuatro por cuatro se empotraría contra su coche poniendo su mundo al revés y zarandeando su cuerpo como si fuese un dado botando y rebotando dentro de un cubilete. Los bomberos que le rescataron no daban crédito cuando comprobaron que su pulso latía. Su madre, que después del divorcio había abierto un pequeño hotel en el Prepirineo aragonés, recibió la llamada de madrugada, una llamada que sin vergüenza alguna hablaba también del dinero necesario para que operasen a su hijo. Rápidamente condujo hasta Barcelona y allí tomó el primer avión rumbo a México. Al cabo de muchas semanas regresaron a casa. Una ambulancia esperaba en el aeropuerto. Algunas intervenciones quirúrgicas después madre e hijo se sentaron por primera vez al otro lado de mi mesa. Él era el vivo retrato de los supervivientes de Auschwitz, un saco de huesos coronado por un cráneo desde el que dos enormes ojos ajenos a su edad me miraban sin ver.
C. vino a la Agencia el otro día. Apoyó las muletas a ambos lados de la silla y me sonrió con una mueca. Además del asunto profesional que nos llevamos entre manos volvió a preguntarme por algunas aplicaciones del iPhone de las que habíamos hablado en ocasiones anteriores. Su mirada conservaba la huella del dolor y recuerdo que pensé que ya nunca desaparecería de sus ojos. Al despedirse me dio la mano y a continuación salió a la calle mecido como yo, como tú, por la corriente.
Anotado por Jesús Miramón a las 22:16 | Diario , Vida laboral
domingo, 8 de enero de 2012
Estaciones
Llevo a mi hija de diecinueve años a la estación de autobuses. La Navidad ha terminado.
sábado, 7 de enero de 2012
Carrer Major
Sucedió esta mañana. Era el primer día de la temporada de rebajas y el carrer Major rebosaba de gente. Yo esperaba a Maite en la esquina de Cavallers, al lado de Zara, cuando me fijé en una mujer que caminaba en mi dirección. Lloraba. En su mano derecha llevaba un pañuelo de papel. Vestía un uniforme de trabajo negro, tal vez un traje de camarera. Pasó a mi lado sin mirarme y siguió su camino. Yo me di la vuelta con la discreción a la que estamos habituados todos los hombres y la vi alejarse calle arriba.
jueves, 5 de enero de 2012
Si no tienes miedo
El viento agita violentamente
la cortina exterior de la terraza.
Es basta y rudimentaria,
un apaño que inventé
para que el sol del verano
no convirtiese la buhardilla
en un horno. Ahora
el viento la vapulea contra el cristal
y yo contemplo su ira
sentado ante mi mesa,
libre, gordo y a salvo
de las inclemencias de
la meteorología,
no del tiempo.
Todo es tan absurdo.
Los espejos en primer lugar
y después, si no tienes miedo,
el corazón.
miércoles, 4 de enero de 2012
Vivo de sueño
Iba a escribir que me muero de sueño pero al momento me he dado cuenta de que sucede justamente lo contrario: vivo de sueño.
domingo, 1 de enero de 2012
Este pasado
Verso 11.672 de la Ilíada.
Homero. Siglo VIII a. C.
Criaturas de un día
Marco Aurelio, Meditaciones,
170-180 d.C.
Cuadernos anteriores
Innisfree
05/2004 - 05/2005
PDF 1,62 MB
Cuaderno de un
hombre de cromañón
08/2005 - 01/2007
PDF 1,79 MB
Cabo de Hornos
03/2013 - 12/2014
Las cinco estaciones
03/2007
Estaciones
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Wislawa Szymborska
Vivir y contemplar
Pío Baroja
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