jueves, 6 de enero de 2011

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A nuestro regreso encontramos Binéfar envuelto en niebla. Aquí hace bastante más frío que en los lugares donde hemos estado, pero qué agradable es estar en casa, venir a mi mesa con un té caliente entre las manos, escuchar las campanadas de la iglesia de San Pedro, estar solo durante un rato. Así.

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