martes, 1 de marzo de 2022

Los prados verdes

Sólo aspiro a una vida normal, mantener la vida normal que tengo. Hace unas semanas a una persona de Barbastro le tocaron diez millones de euros en la lotería. Mi querida compañera de trabajo Esther dijo literalmente: menudo ladrillazo en la cabeza, y le comprendí perfectamente.

Una vida normal. Días buenos y días malos. Dinero suficiente para comer y beber bien, la gasolina del coche, sustituir los calzoncillos que se rompen, siempre por el mismo puñetero sitio. Amor diario, no extraordinario: amor diario y pequeño, ese que riega los humildes y hermosos prados verdes.

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