viernes, 15 de marzo de 2019

Quince de marzo

Cinco estornudos, siete estornudos, diez estornudos seguidos, tal vez doce, sin poder parar. Ojos llorosos. Brotes atópicos en la piel. El calendario dirá lo que quiera, pero la primavera, para mi alérgica desgracia, ya ha llegado. Sé lo que me espera, me acompaña desde hace muchos años. Ella es así: bella y letal*.

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* Igual he exagerado un poco en el último adjetivo. Todo lo demás es cierto.

4 comentarios:

Elvira dijo...

He visto que cuando los plátanos de mi barrio florecen, las alergias se me disparan. No recuerdo en qué mes sucede eso.

¡Que te sea leve! Un beso

Jesús Miramón dijo...

Yo es que he sigo alérgico desde la adolescencia. Lo llevo con toda la dignidad que puedo, pero es un rollo. Piel atópica, me ducho con gel y champú especiales, me hidrato la piel con una leche especial para pieles atópicas... En fin, qué te voy a contar. Es como si mi cuerpo estuviera rechazando lentamente algo que no sé que es, y cuando cambiamos de estación y el aire se llena de pólenes y demás cosas invisibles, la reacción aumenta.

Un beso, querida.

andandos dijo...

Este invierno se me ha hecho muy muy corto.

Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

Muy corto. Ahora mismo soy una alergia con piernas.

Un abrazo.