Se me cierran los ojos de puro cansancio, que en mi caso es mental. No sé cuántas calorías consume el cerebro ni tengo ganas ahora de buscar esa información en internet. Las farolas de la calle junto a mi ventana tiñen las aceras de amarillo. Escucho música, bebo whisky, respiro y tecleo palabras en este cuadro en blanco de Blogger. No soy ajeno al mundo sino una partícula de él. Qué milagro. Qué responsabilidad.
lunes, 18 de marzo de 2019
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