viernes, 22 de marzo de 2019

Veintidós de marzo

Es un hombre grande, alto y muy fuerte. Lo que convendríamos en llamar "un chicarrón del norte". Se levanta de noche, tan temprano que a veces desayuna cuando otros recenan. Luego sale de casa, se sube a su camión y parte rumbo a su próximo destino. Desde la cabina contempla el amanecer sobre la tierra, sobre los campos, sobre la carretera a menudo desierta, sobre paisajes de todo tipo, y a veces hace fotografías. Le gusta mucho su trabajo -creo que a mí también me gustaría.

Es un hombre grande, alto, fuerte, y su corazón y su sensibilidad son más grandes que él. En mi limitado círculo social tengo a cuatro o cinco hombres como símbolos de lo que significa ser un buen hombre, un hombre bueno, simplemente eso: bueno. Uno es él, junto a mi padre y mis hermanos y mi mejor amigo. Se llama Gustavo y es mi cuñado, el compañero de nuestra hermana pequeña. En mi familia todos le queremos muchísimo. Lo que no sé si él sabe es que, además de todo eso, es un poeta maravilloso.

4 comentarios:

JLO dijo...

no es un trabajo que desearía pero que bueno que se tome el tiempo de sacar fotos cuando le gusta lo que ve, eso es ser positivo en la vida....

Jesús Miramón dijo...

Eso es vivir la vida. Dar testimonio. Disfrutar el momento. Ser consciente de lo especial que es habitar este mundo tantas veces incomprensible. Naturaleza, asfalto y cielo.

(A mí no me importaría llevar mercancías de un lugar a otro en mi camión, navegar de aquí para allá, ser un barco sobre la tierra)

Marisa dijo...

"Pajareará tu alma colmenera..." Me has recordado la Elegía de Miguel Hernández

Jesús Miramón dijo...

Me encanta esa referencia, Marisa. Pajareará tu alma colmenera / de angelicales ceras y labores.

Cada vez creo más en las personas y menos en los personajes.