Acaba de tronar y granizar como si estuviésemos en verano. He pensado en los almendros en flor. Todas las flores al suelo. El cielo se ha vuelto de color naranja, como si fuésemos una colonia humana en Marte. La pequeña diferencia es que allí hoy no llueve a mares como si hubiera llegado el apocalipsis. Me alegro de que nuestro viejo coche esté en el garaje. Tormenta de verano antes de la primavera. Todo está cambiando. Esta noche dormiré bien.
miércoles, 6 de marzo de 2019
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2 comentarios:
Isabel me ha enviado fotos de ese fenómeno y sí, era amenazante, como otras veces. Aquí en Zaragoza el cielo no era así.
Un abrazo
Después de las tormentas siempre duermo muy bien. Pero muy muy bien. No sé por qué.
Un abrazo.
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