martes, 26 de marzo de 2019

Veintiséis de marzo

Escribo con una tranquilidad, acaso debida al cansancio físico, que incluso me sorprende. Hace años, no demasiados, este proyecto de escribir en este diario cada noche me hubiese producido cierta ansiedad, cierta inquietud. Ahora no es así. Imagino que esto debe significar algo bueno para mí: que he madurado, tal vez; que me he dado cuenta del verdadero interés de mis cosas y mis asuntos y mis pensamientos; que en realidad ninguna de mis palabras es tan importante, que se perderán en el silencio del espacio que contempla la aparición y desaparición de galaxias y planetas. Darme cuenta de lo pequeño que soy. Es importante saberlo.

2 comentarios:

Marisa dijo...

De niña oía un dicho: "un grano no hace granero, pero ayuda al compañero", y de ese modo, tu nos ayudas, nos acompañas, no importa lo rodeados -o no- de gente que estemos, este es un espacio muy bonito, Jesús.

Jesús Miramón dijo...

Gracias, Marisa. Un beso.