domingo, 7 de enero de 2018

Siete días más tarde

Siete días más tarde no he cumplido ni una sola de mis buenas intenciones para comenzar el año. Es algo que llevo haciendo mucho tiempo, así que no me pilla por sorpresa. Ni siquiera la decepción de mí mismo me pilla por sorpresa. A las amigas, amigos y familiares directos que leéis esto: no os preocupéis: estoy bien: a veces me siento orgulloso de mí mismo, sobre todo en el ámbito laboral. Comienzo a quererme como, después de treinta y cinco años juntos, me quiere mi compañera: como soy, no como a ella le gustaría que fuese en todos los detalles, no como a mí me gustaría ser en todos los detalles.

Anoche y hoy llovió aquí en el Somontano, y también en las montañas. Ahora el río Vero se precipita hacia el futuro con un abundante caudal marrón como el cacao con leche. Hay muchísima nieve allí arriba, blanca en la oscuridad.

6 comentarios:

giovanni dijo...

Qué bueno que no cumpliste, muestra independencia y espíritu no calvinista!

No hay que vivir como los otros o tu mismo quieren o esperan!

Aquí, en Nieuwendammerdijk, un lindo cielo de invierno...


Qué somos en la ocuridad? Seres normales, de carne y hueso. A veces nos sentimos diferentes. Yo a veces me siento como alma ambulante o universal o... alma cualquiera que entra en cualquier ser humano o animal. Anima universal? Me siento así, a vecs, cuando toco guitarra.


Un abrazo

Beauséant dijo...

a la mierda los propósitos :)

mejor inventarse el camino y dejarse de listas, no conozco a nadie pegado a una de esas listas que haya sido feliz, nunca...

Jesús Miramón dijo...

Ay, Giovanni, no lo deseo para mí, pero para mi país y su concepto de los impuestos y la economía sumergida deseo con todo fervor ese espíritu calvinista.

Respecto al post, pues eso: estoy empezando a aceptarme con mis defectos, que son muchos. Si la mujer a la que amo lo hace, ¿por qué no habría de hacerlo yo?

Un abrazo.

Jesús Miramón dijo...

¡A la mierda, tienes razón, Beauséant! Entre Jan y tú me habéis dado el último pequeño empujón que necesitaba.

Me gusta mucho lo que dices de inventarse el camino. Te lo copio y pego en mi cerebro de chorlito.

Un abrazo.

andandos dijo...

Mi mujer se jubila dentro de menos de un año. Yo lo que querría es no hacer nada, pero nada, durante un tiempo indeterminado. Si acaso escuchar música, que es otra forma, no sé cómo funciona exactamente pero sí sé que lo es, de conocimiento. En fin, es posible que en una reencarnación podamos elegir algunas cosas de nuestra vida, quién sabe. Feliz año.
Bueno, tocar el piano también querría hacerlo, de las fotos puedo pasar.

Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

¿De las fotos puedo pasar? Hum... A ver cuándo podemos quedar y hablar.

La reencarnación se contradice con la demografía.

Me queda un día de vacaciones del año pasado que tengo que disfrutar antes del 31 de enero de este año. Te llamaré y quedamos para pasear junto al canal y hablar de muchas cosas.

Un abrazo.