miércoles, 3 de enero de 2018

Avatar

Despierto bruscamente de un sueño que no puedo recordar y compruebo que son las seis y cuarto. "Todavía puedo dormir un poco más", me digo, hasta que me doy cuenta de que estoy vestido sobre la cama sin deshacer y es por la tarde. Entonces recuerdo: me acosté a las cinco y he dormido una siesta intempestiva. Fuera todo está oscuro y la casa está en silencio. Maite corrige trabajos en el salón. Salgo al pasillo del submarino (todos los pasillos de todas las casas donde he vivido me recuerdan a submarinos), entro en la sala donde ella trabaja y todo, durante esos segundos o minutos, me parece extraño, insólito, como si hubiese despertado en el cuerpo de una persona distinta a mí, como si fuese el avatar de alguien. Tengo cincuenta y cuatro años y aún no comprendo casi nada de todo esto.

2 comentarios:

andandos dijo...

Una experiencia surrealista, o sobrerrealista , o marciana. Pero no me digas que no es interesante, aunque no la comprendas.

Un abrazo

Jesús Miramón dijo...

Yo no pondría la mano en el fuego para apostar que todo los que vivimos diariamente es absolutamente cierto. No la pondría.

Un abrazo.