Estaba mal aparcado frente a la policlínica cuando ella ha salido de su consulta médica. Ha echado un vistazo alrededor y, al descubrirme, ha sonreído. Después de cruzar la calle tras mirar a un lado y otro ha entrado en el coche y se ha sentado en el asiento del copiloto. Durante esos segundos previos, ese instante en el que la he visto un poco de lejos, buscándome con la mirada, he vuelto a saber por qué me enamoré de ella hace treinta y cinco años.
miércoles, 6 de febrero de 2019
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8 comentarios:
Y la suerte que tienes, ahora lo sabes, ahora lo sé yo también.
Un abrazo
son esos instantes que los recortás y los mirás como si fueses otra persona, miralo desde afuera... y son hermosos... saludos...
Iba a decirte que eres afortunado, sois afortunados, pero estoy segura de que habéis puesto mucho cariño e interés en que la relación siga valiendo la pena. En todos estos años. Supongo que es una mezcla de las dos cosas, suerte y poner de nuestra parte.
¡Enhorabuena a los dos!
Un beso
Modos de que se puede conseguir que la vida no sea tan difícil.
Ambos lo sabemos, José Luis, un abrazo fuerte.
Saludos, JLO, y gracias por comentar.
Querida Elvira, es verdad, sí que hay que poner de nuestra parte. Todo no es maravilloso amor y armonía, hay crisis, hay momentos difíciles, también nosotros los tuvimos (ahora, con la edad, cada vez menos).
Yo he aprendido mucho: hay que querer a quien quieres como es, como era cuando te enamoraste, no como te gustaría que hubiese cambiado o madurado o qué sé yo. Y hay que perdonar como perdonamos a nuestros amigos íntimos. Y hay que dejar pasar el tiempo, no hacer nada, absolutamente nada, muchas veces. Eso es lo que he aprendido.
Amar a alguien durante tanto tiempo no es fácil. Amar a alguien durante toda la vida no es fácil. El cariño, la ternura, la amistad, deben prevalecer en muchas pequeñas ocasiones. Porque el amor cambia, evoluciona, porque el amor que sentimos hoy el uno por el otro es de un aspecto y una carne distinta a la que fue al principio, aunque su naturaleza nuclear sea la misma
Esto a los jóvenes les cuesta entenderlo. Cómo evoluciona el amor de larga distancia. Por eso es tan hermoso.
Ayer, durante unos segundos, sentí lo mismo que sentí a los dieciocho o diecinueve años. Se lo dije, me miró, me dio un beso en la boca y nos fuimos de allí.
La vida no es difícil, Nán. Nace, fluye y se consume. Nosotros somos los difíciles (yo el primero de todos).
Un beso.
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