No comprendo por qué tanta gente odia el invierno. Yo amo el frío, su neutralidad absoluta, su capacidad de decirnos: "Vives en un planeta del sistema solar".
El verano es más un descuido, un naufragio en el desierto, la desesperación de no poder hacer nada por evitarlo. Da igual dormir desnudo sobre las sábanas con la ventana abierta: el verano no tiene compasión. Dice: "Vives en el infierno".
Por eso estos días soy feliz cuando el aire helado acaricia mi rostro y me recuerda que soy un animal de sangre caliente. Contemplo el mundo y sueño.
viernes, 11 de enero de 2019
Once de enero
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1 comentario:
Aire helado acá no hay. Sin embargo, como tú, contemplo el mundo y sueño. Extraño un invierno verdadero. Volverá en el futuro?
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