viernes, 10 de agosto de 2012

Una declaración de amor

Kazajas, etíopes, norteamericanas, eslovenas, inglesas, españolas, islandesas, australianas, brasileñas, chinas, rusas, alemanas, francesas, keniatas, argelinas, ucranianas, canadienses, jamaicanas, holandesas, italianas, griegas, japonesas; lanzadoras de jabalina, velocistas, waterpolistas, mediofondistas, karatekas, palistas, saltadoras de altura, maratonianas, regatistas, ciclistas, jugadoras de balonmano, gimnastas, lanzadoras de disco, esgrimistas, arqueras, nadadoras, amazonas. Estos juegos olímpicos de Londres me confirman lo que siempre sospeché: amo a las mujeres.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Tan extraño

Hace semanas que los vencejos y aviones comunes desaparecieron de los cielos de Binéfar de un día para otro, como quien dice. De sus chillidos acrobáticos sobre los tejados erizados de antenas sólo queda un eco idéntico a la última luz del atardecer.

Las pequeñas estaciones que las estaciones contienen fluyen hacia adelante tan irremediablemente como éstas. ¿Por qué el mundo que conozco continúa resultándome tan extraño, tan inaudito?

Algunas de las grandes hojas de los castaños de indias que rodean el lugar donde trabajo ya han comenzado a adelantarse al otoño, su verde clorofila transformándose poco a poco en el color del cielo de un lejano planeta.

viernes, 3 de agosto de 2012

Hélices

Las hélices del ventilador convierten esta buhardilla en un hidroavión que poco a poco toma velocidad hasta despegar y alzarse finalmente sobre los campos amarillos rumbo al Norte, al Norte, siempre al Norte.

jueves, 2 de agosto de 2012

Madreselva

Por la tarde había quedado con José Luis en el Chanti y allí estuvimos hablando durante casi tres horas, a salvo del calor infernal del exterior gracias al aire acondicionado y los gin-tonic. Más tarde, por la noche, hablé por teléfono durante largo rato con una queridísima amiga que lo está pasando mal.

Nunca fui persona de muchas amistades, no soy demasiado sociable y los grupos -un prejuicio como cualquier otro- siempre me produjeron desconfianza. Sin embargo, para mi sorpresa, tengo algunos pocos amigos, algunos seres humanos que se cruzaron en mi camino, me enamoraron y, por increíble que parezca, me correspondieron.

Ahora la noche gira sobre mi casa. Diminutos murciélagos vuelan como pañuelos alrededor de la luz de las farolas de la calle. Las salamanquesas, adheridas a muretes y techos, acechan a sus víctimas con ojos de sorpresa permanente. Bajo la luz de las estrellas crecen lentamente la madreselva y el jazmín.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Veloz y absurdo

De pronto he recordado lo siguiente: me llevaban hacia el quirófano y el techo del pasillo discurría veloz sobre mis ojos abiertos.

sábado, 28 de julio de 2012

Clandestinidad

Me ha llevado mucho tiempo, seguramente más del necesario, darme cuenta de que mi hijo adolescente tiene derecho a las mismas mentiras y la misma clandestinidad que disfruté yo.

jueves, 19 de julio de 2012

Las noches de verano

Fui a buscar a Maite a la estación del ferrocarril y allí me encontré con Tere y Bach, que habían ido a esperar a Teresa. La noche era cálida y Bach se dejaba acariciar moviendo el rabo de un lado a otro. Mi amiga y yo comentamos la coincidencia de que mi mujer y su hija hubieran viajado en el mismo tren desde Zaragoza sin saber una de la otra ¡con lo que se quieren! En el andén se habían congregado también dos policías locales y dos guardias civiles. A quién buscaban o esperaban era un misterio. Esa circunstancia y el calor de la noche me hicieron pensar en las obras de teatro de Tennessee Williams. Las luces de la locomotora aparecieron al final de la vía y pronto el convoy se detuvo frente a nosotros. Las viajeras descendieron de sus vagones, se acercaron, nos besamos, conversamos un rato mientras los policías se iban con las manos vacías, me despedí de mi directora hasta el ensayo del viernes y regresamos a casa. La noche de verano era, como todas las noches de verano, lenta e insólita.

miércoles, 18 de julio de 2012

Su sepulcro en Viena

Leo que es posible que unos arqueólogos italianos hayan descubierto los huesos de Lisa Gherardini, la famosa Mona Lisa de Da Vinci, e inevitablemente viene a mi memoria aquel poema maravilloso de José Jiménez Lozano:

LAS MENINAS

Le dijiste al crítico de arte:
Está bien su explicación, pero
yo sólo vengo a ver a María Bárbola,
a Nicolasillo Pertusato, al perro,
y a ver abrir la puerta al Intendente Nieto.

Te callaste
que en aquella habitación no se respira;
la Princesita bebe agua ¡Pobre!
¿Y si me preguntase?
Yo he visto su sepulcro en Viena.

sábado, 14 de julio de 2012

Después del ensayo

Después del ensayo vamos a la terraza del Chanti a tomar una copa. La noche es calurosa y cuesta encontrar una mesa libre. Cuando la encontremos nos sentaremos y hablaremos y hablaremos mientras damos sorbos a nuestras bebidas frías. La vida prosigue, eso es algo difícil de robar.

jueves, 12 de julio de 2012

De privilegios

La agencia comarcal de Barbastro estaba llena de gente cuando, precisamente a través de las personas que atendíamos, empezaron a llegarnos los primeros ecos de los nuevos recortes del gobierno. "Os quitan la paga de Navidad", nos dijeron, e imagino que algunos se alegrarían, no lo sé, lo que sí sé es que desde el primer momento me propuse que esa noticia no afectara ni a la calidad ni al orgullo que siento por mi trabajo. El privilegio de ayudar a los demás no disminuye por cobrar menos.

miércoles, 11 de julio de 2012

Una reacción tan sensible

Ahora mismo un insecto diminuto recorría el dorso de mi mano derecha. Qué increíble que algo tan minúsculo despertara una reacción tan sensible en la piel. Estaba a punto de aplastarlo pero, ya con la mano izquierda en el aire, lo pensé mejor, soplé con fuerza y desapareció.

domingo, 8 de julio de 2012

Y sin embargo

El verano discurre con la calma de quien no tiene prisa, joven y, como tal, ajeno a lo que habrá de suceder. Yo, por el contrario, siento cómo el tiempo me arrastra cada vez más rápidamente, más fácilmente, más irremediablemente. Cierro los ojos, vuelvo a abrirlos ¡y ya ha pasado medio mundo! De algún modo absurdo me consuela saber que en mí, como en cualquier semilla, se repite lo sucedido a miles de millones antes que yo. Y sin embargo.

sábado, 7 de julio de 2012

Ermitas antiguas

De madrugada las calles desiertas se convierten en ermitas antiguas, auditorios técnicamente perfectos donde el mínimo susurro se escucha en todo el universo. ¿Qué podría ocultar? Camino sobre un suelo que rueda bajo un cielo que gira.

jueves, 5 de julio de 2012

domingo, 1 de julio de 2012

Calima

El rítmico sonsonete de los aspersores no oculta el eco de los coches que circulan por la carretera al otro lado del muro. Al pasar junto a la piscina me doy cuenta de que el agua se ha convertido en mercurio líquido bajo un cielo nocturno en el que flota una luna turbia a causa de la calima que asciende del mar. Han anunciado lluvias para mañana y no nos importa: M. y yo estamos solos por primera vez en casi veinte años. El mismo lugar, un tiempo diferente.

sábado, 23 de junio de 2012

Nitidez

Salgo a la terraza y la brisa nocturna me estremece. A pesar de que son más de las tres de la madrugada se escuchan algunas voces de fiesta dos o tres calles más allá, gritos que poco a poco se extinguen hasta desaparecer. Alzo la vista y me sorprende la profusión de estrellas, su existencia, su nitidez.

domingo, 17 de junio de 2012

Todo eso

Piensa en tu primer amor, aquel que sirvió para que aprendieras a localizar el lugar exacto de tu corazón. Piensa en una guerra de cien años. Piensa en el peso de tu hija recién nacida la primera vez que la tuviste entre tus brazos. Piensa en la sangre acumulada bajo la arena de circos cuyas ruinas son hoy pasto de turistas. Piensa en los músculos de las piernas de Neil Armstrong unos segundos antes de descender por la escalerilla del módulo lunar. Piensa en la infancia de tus padres. Piensa en la temprana muerte del pobre Mozart. Piensa en el aristócrata que marcó la página del libro antes de salir de su celda camino de la guillotina. Piensa en la playa de Omaha la mañana del seis de junio de mil novecientos cuarenta y cuatro, escucha todo eso.

viernes, 8 de junio de 2012

Una época histórica

Antes de acudir al ensayo con mi coro pedaleo en la bicicleta estática durante una hora contemplando los entrenamientos libres del Gran Premio de F1 de Canadá. También los ciudadanos romanos acudían al Coliseo mientras su imperio se desmoronaba para dar lugar a otros que también se desmoronarían. Pedaleo sin moverme del sitio mientras los pilotos alcanzan velocidades de más de trescientos kilómetros por hora y me pregunto si vivir una época histórica es esto que yo estoy haciendo. Pero todas las épocas, con crisis o sin crisis, son históricas (como cada latido cardíaco, desde el de Cleopatra hasta el del último y olvidado niño esclavo, es vida en este mundo).

lunes, 4 de junio de 2012

Una nueva oportunidad

Camino de la estación de autobuses le digo a Paula que me gustan los lunes porque siempre nos ofrecen una nueva oportunidad.

domingo, 3 de junio de 2012

Quinientos kilómetros

Ceno un yogur y subo aquí antes de irme a dormir. Estoy tan cansado. Antes apenas me hacían mella quinientos kilómetros pero ahora los noto, vaya si los noto. Quinientos kilómetros ida y vuelta es la distancia que separa esta mesa del pueblo donde nací y donde esta mañana mi preciosa sobrina Celia, la hija mayor de mi hermana, ha hecho la primera comunión. Después de la ceremonia hemos ido a comer a nuestro restaurante favorito y a eso de las siete nos hemos despedido de todos y hemos emprendido el camino de vuelta. Continúa gustándome devorar kilómetros, disfruto de ese ejercicio hipnótico en el que el flujo del tiempo parece materializarse en paisaje y asfalto pero sí, lo cierto es que ahora me canso más que antes. Claro que hoy tal vez existía un motivo: a las tres de la madrugada me despertó el golpeteo de la lluvia en la claraboya. Como me había acostado muy temprano no lograba recuperar el sueño y decidí sumergirme en las tierras de Poniente y el Norte más allá del muro. Miles de diminutos dedos de lluvia continuaban repiqueteando en el cristal del techo cuando poco antes del amanecer, casi sin darme cuenta, me dormí.

sábado, 2 de junio de 2012

Después del ensayo

Después del ensayo fuimos al Chanti a tomar una copa. Sentados alrededor de una de las mesas de su terraza disfrutamos de la frescura nocturna y la conversación amigable. Qué vivas sonaban nuestras voces y nuestras risas en la madrugada. Casi parecíamos a salvo.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Una cigueña

Conduciendo de regreso a Binéfar una cigüeña cruzó el cielo sobre la carretera. Ella volaba de derecha a izquierda y el río Cinca fluía de izquierda a derecha bajo el viaducto. Yo, a pesar de mis intenciones y las recomendaciones de mi doctora, pensaba en el miedo de muchas de las personas a las que había atendido por la mañana, incapaz de deshacerme de su eco en mi cabeza. Pero todavía quedaban diez kilómetros para llegar a casa, tal vez fueran suficientes. Y además estaba el río y aquella cigüeña tan grande, tan absurda.

martes, 29 de mayo de 2012

Semejantes prodigios

Aprovecha la alegría de los pájaros que celebran el comienzo de un día nuevo. Aprovéchala, disfrútala sin remordimientos. No están los tiempos para despreciar semejantes prodigios.

domingo, 27 de mayo de 2012

Reinicio

Nunca imaginé que habría aprendido tan pocas cosas al hacerme mayor. Nunca imaginé que seguiría teniendo dudas y miedo, que no sería el hombre más fuerte del mundo. Ahora empiezo a comprender.

domingo, 4 de marzo de 2012

Ciencia ficción II

La tierra, marzo de dos mil doce. No existen colonias humanas en otros planetas, ni siquiera en la luna. Una joven estudia genética molecular en el dormitorio de una residencia de estudiantes de Barcelona. La estación espacial internacional orbita a trescientos ochenta y seis kilómetros de altura, la máxima distancia que una población estable de nuestra especie ha logrado alcanzar en el espacio. Los almendros han vuelto a florecer y sus pétalos blancos se agitan movidos por la brisa como alas de pequeñas mariposas.

sábado, 3 de marzo de 2012

Después del ensayo

Después del ensayo vamos a tomar unas copas al Chanti. Nos sentamos en una mesa y pedimos las bebidas. Hablamos de esto y de lo otro: de los evidentes estragos del botox en algunas actrices, de la difícil paternidad con hijos adolescentes y también, no podemos evitarlo, de la crisis económica y sus consecuencias a nuestro alrededor. Mientras escucho sus voces, tan apasionadas al hablar como al cantar, me siento afortunado de tener estos amigos que me acompañan todos los viernes por la noche, estación tras estación tras estación.

martes, 28 de febrero de 2012

Pan normando

A media mañana compré pan normando en la panadería Buera. Un poco más tarde, ya en la agencia, atendí a una dulce joven francesa que trabaja en una gestoría y es natural de Caen. Le comenté la coincidencia y le dije también que cada vez que hablo con ella me acuerdo de nuestro maravilloso viaje a su país. Me preguntó si volvería alguna vez a Normandía y mientras le contestaba que me encantaría tuve el presentimiento de que eso jamás sucedería.

domingo, 26 de febrero de 2012

Moscas pequeñas

Hoy he descubierto el primer insecto del año. Se parecía a una mosca pequeña. El invierno comienza a rendirse.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Clink

Noche larga e inquieta con la cabeza bullendo de pensamientos, algunos absurdos y otros extremadamente racionales. Me levanto antes de que suene el despertador preguntándome si seré capaz de cumplir todos mis propósitos. Esperando el clink del microondas que calienta mi desayuno caigo en la cuenta de que ignoro cuánto tiempo me queda.

sábado, 18 de febrero de 2012

Sin título

Giras alrededor de ejes sepultados
bajo toneladas de hielo.

Tus pulmones se llenan y se vacían
a treinta y siete grados centígrados.

Ningún misterio es pequeño.

miércoles, 15 de febrero de 2012

El gesto de una mano

El cuatro de marzo se acerca. Cinco años. Qué pronto pasaron. Las cuatro estaciones girarán y girarán sin cesar hasta que el mundo entero se encienda como una polilla en contacto con el sol; las cinco estaciones no, ellas tienen un comienzo y un final. Verano, otoño, invierno, primavera y algo más, no sé qué, un aliento, una sombra, el gesto de una mano o unos labios.

domingo, 12 de febrero de 2012

De uno en uno

Abandonos. Malentendidos. Pequeñas traiciones. Pereza. Descuido. Bifurcaciones. Últimamente, no sé por qué, pienso mucho en las personas que por un motivo u otro dejé o me dejaron atrás en el camino. A estas alturas de mi vida comienzan a formar un grupo relativamente numeroso. Algunas noches sueño con ellos y les echo de menos de uno en uno.

viernes, 10 de febrero de 2012

Estar aquí

Siete grados bajo cero, un cielo sin nubes, peatones de rostros ocultos por bufandas, pequeños pájaros en las ramas peladas de los castaños de indias, la luz del sol ilumina la fachada de ladrillos caravista de la fachada de enfrente, la agencia está en silencio, la persiana bajada, un nuevo día comienza en el somontano de Huesca y yo estoy aquí.

domingo, 5 de febrero de 2012

Submarinos

Es domingo y caminamos por los pasillos de nuestras casas con la naturalidad de los tripulantes de un submarino. Dentro estamos a salvo del viento, la nieve, los calamares gigantes, las olas gigantes, el universo gigante, los sentimientos gigantes.

jueves, 2 de febrero de 2012

Wislawa Szymborska

Leo que se ha muerto y la noticia me emociona profundamente. Yo, lo reconozco, soy de los que descubrí a Wislawa Szymborska cuando le dieron el premio Nobel, y recuerdo mi maravillada sorpresa al encontrarla. Pero todo lo que hoy pueda escribir sobre ella, hoy precisamente y no ayer, está infectado por la triste, la pedestre oportunidad que ella hubiera desdeñado con una sonrisa. Mejor callar y leer sus poemas. Mejor seguir viviendo, como hasta ahora, en su compañía.

lunes, 30 de enero de 2012

Pum pum

Las campanadas de la iglesia de San Pedro sobrevuelan la noche helada hasta alcanzar este dormitorio y después, al cesar, abandonarme en la orilla del acompasado latido del corazón que escucho en la almohada contra mi oído derecho. Pum pum, pum pum, pum pum.

sábado, 28 de enero de 2012

El traje del emperador

De que escribir era
el traje del emperador
uno se da cuenta
al dejar de hacerlo.

No hace falta que
un niño lo grite
entre la multitud, eso
no es necesario.

Lo que cabe hacer ahora es
inventar un punto en el horizonte y,
desnudo y con la cabeza alta,
emprender la marcha sin mirar atrás.

lunes, 23 de enero de 2012

Bancos de niebla

Por la mañana, camino de Barbastro, había bancos de niebla en los que entraba y salía. Nubes enredadas en el campo.

Los lunes son días complicados en la Agencia y hoy no fue una excepción: al bajar la persiana mi mente estaba tan saturada que era incapaz de hilar un pensamiento razonable.

Después de comer los garbanzos que había dejado preparados el día anterior recogimos la mesa entre los tres. Al ir a poner en marcha el lavaplatos me di cuenta de que quedaban muy pocas pastillas de jabón y las añadí a la lista de la compra adherida a la puerta del frigorífico.

Cuando desperté de la siesta ya era de noche y durante un momento me sentí perdido. En la pantalla de la televisión un barco de pesca se elevaba y caía entre las inmensas olas del Mar de Bering. A pesar de la tormenta los pescadores sacaban del agua grandes jaulas llenas de cangrejos y las vaciaban en la bodega tratando de no perder el equilibrio y precipitarse en la gélida oscuridad.

sábado, 21 de enero de 2012

Después del ensayo

Después del ensayo vamos a tomar una copa al Chanti. La música que todavía suena en mi cabeza pronto será sustituida por voces y risas.

Muchas de las cosas que más me gustan se repiten.

jueves, 19 de enero de 2012

Nemo

No sé qué luna brilla en el cielo nocturno ahora. No sé si hay niebla. No sé si está helando. Escribo bajo techo, pasajero de una nave que surca el tiempo.

sábado, 14 de enero de 2012

Dados

C. trabajaba de mecánico de motos en Barcelona cuando conoció a través de internet a una joven de México. Se enamoró de ella y al cabo de algunos meses cruzó el Atlántico para comenzar una nueva vida. A pesar de las advertencias de familiares y amigos su relación virtual desembocó en un amor verdadero, algo que él, por supuesto, ya sabía que sucedería. Ignoraba, sin embargo, que al cabo de varios meses de felicidad un gran cuatro por cuatro se empotraría contra su coche poniendo su mundo al revés y zarandeando su cuerpo como si fuese un dado botando y rebotando dentro de un cubilete. Los bomberos que le rescataron no daban crédito cuando comprobaron que su pulso latía. Su madre, que después del divorcio había abierto un pequeño hotel en el Prepirineo aragonés, recibió la llamada de madrugada, una llamada que sin vergüenza alguna hablaba también del dinero necesario para que operasen a su hijo. Rápidamente condujo hasta Barcelona y allí tomó el primer avión rumbo a México. Al cabo de muchas semanas regresaron a casa. Una ambulancia esperaba en el aeropuerto. Algunas intervenciones quirúrgicas después madre e hijo se sentaron por primera vez al otro lado de mi mesa. Él era el vivo retrato de los supervivientes de Auschwitz, un saco de huesos coronado por un cráneo desde el que dos enormes ojos ajenos a su edad me miraban sin ver.

C. vino a la Agencia el otro día. Apoyó las muletas a ambos lados de la silla y me sonrió con una mueca. Además del asunto profesional que nos llevamos entre manos volvió a preguntarme por algunas aplicaciones del iPhone de las que habíamos hablado en ocasiones anteriores. Su mirada conservaba la huella del dolor y recuerdo que pensé que ya nunca desaparecería de sus ojos. Al despedirse me dio la mano y a continuación salió a la calle mecido como yo, como tú, por la corriente.

Somontano

domingo, 8 de enero de 2012

Estaciones

Llevo a mi hija de diecinueve años a la estación de autobuses. La Navidad ha terminado.

sábado, 7 de enero de 2012

Carrer Major

Sucedió esta mañana. Era el primer día de la temporada de rebajas y el carrer Major rebosaba de gente. Yo esperaba a Maite en la esquina de Cavallers, al lado de Zara, cuando me fijé en una mujer que caminaba en mi dirección. Lloraba. En su mano derecha llevaba un pañuelo de papel. Vestía un uniforme de trabajo negro, tal vez un traje de camarera. Pasó a mi lado sin mirarme y siguió su camino. Yo me di la vuelta con la discreción a la que estamos habituados todos los hombres y la vi alejarse calle arriba.

jueves, 5 de enero de 2012

Si no tienes miedo

El viento agita violentamente
la cortina exterior de la terraza.
Es basta y rudimentaria,
un apaño que inventé
para que el sol del verano
no convirtiese la buhardilla
en un horno. Ahora
el viento la vapulea contra el cristal
y yo contemplo su ira
sentado ante mi mesa,
libre, gordo y a salvo
de las inclemencias de
la meteorología,
no del tiempo.
Todo es tan absurdo.
Los espejos en primer lugar
y después, si no tienes miedo,
el corazón.

miércoles, 4 de enero de 2012

Vivo de sueño

Iba a escribir que me muero de sueño pero al momento me he dado cuenta de que sucede justamente lo contrario: vivo de sueño.