sábado, 22 de agosto de 2009

Cabecera de pista

Habíamos ido a cenar a casa de mi hermano cuando le avisaron por radio. Él se puso rápidamente el uniforme de faena y me preguntó si quería acompañarle. Yo, por supuesto, le dije que sí. Condujo la furgoneta blanca a través de carreteras de curvas peraltadas. A nuestro alrededor los campos de cereal resplandecían tenuemente en la noche sin luna. A veces pasábamos junto a aparcamientos donde descansaban estilizados cazas de combate F18 y preciosos hidroaviones contraincendios Canadair de color amarillo. Al alcanzar las inmediaciones del aeropuerto mi hermano puso en funcionamiento la luz giratoria del techo de la furgoneta y comunicó con la torre de control. Nos detuvimos junto a la cabecera de pista y me pidió que mirase a la izquierda. Un punto luminoso creció en la oscuridad hasta convertirse, a quince o veinte metros de nosotros, en un coloso de dos pisos de altura volando lentamente hacia el suelo con los trenes de aterrizaje extendidos y los motores rugiendo a toda potencia. Había algo absolutamente irreal en la imagen de aquella mole de acero suspendida en el aire durante unas milésimas de segundo, casi al alcance de la mano. «Acabas de ver tomar tierra a un Jumbo, un Boeing 747, el avión comercial más grande del mundo hasta que apareció el Airbus A380», me dijo mi hermano, «¿te ha gustado?». «Me ha gustado muchísimo», contesté, y era verdad, estaba impresionado, feliz como un niño pequeño. Mientras recorríamos la pista donde acababa de aterrizar el Jumbo me sentí profundamente agradecido por el regalo. Hacía mucho tiempo que no estaba a solas con mi hermano. Por primera vez en semanas las temperaturas habían descendido y la brisa nocturna era suave y agradable. Pensé en el futuro y no tuve miedo.

domingo, 16 de agosto de 2009

Arcos

Antes de la celebración hemos venido al cementerio para recordar a Bernardo y Natividad Arcos, nuestros dos primos desaparecidos tan jóvenes, ella en mil novecientos setenta y seis, víctima de una enfermedad, y él hace pocos años en un accidente de tráfico. Aquí, entre cipreses, nos hemos ido reuniendo casi todos los que más tarde comeremos juntos, las hijas e hijos de los hermanos de mi madre. A algunos hacía treinta años que no los veía. Nos damos dos besos, nos estrechamos la mano, nos preguntamos por nuestros hijos, recordamos anécdotas de la infancia. Confieso que yo tenía mis reservas, me preguntaba si realmente era necesario un acontecimiento como este, pero ahora me alegro de haber venido: mi memoria bulle y mi corazón se conmueve. A los que residen aquí y en Tudela se han sumado los que han venido desde Zaragoza, desde Irún, desde San Sebastián, incluso desde Francia. Caigo en la cuenta de que en mi familia materna siempre han abundado los espíritus inquietos, los exploradores, y me descubro, a estas alturas, deseando haber heredado lo mejor de ese impulso. Qué fuerza la del vínculo que existe entre parentesco y naturaleza, tan ajeno a la voluntad.

viernes, 14 de agosto de 2009

La estación seca

No escribo nada. Por la mañana me despiertan los graznidos y trinos de las aves que escaparon de sus jaulas y ahora viven en los parques de la ciudad. El montaje de muebles de nombre sueco ocupa mis días. Al llegar la noche caigo rendido en la cama sin haber escrito nada. Hay muchos modos de ser feliz.

jueves, 6 de agosto de 2009

Resina

Las vacaciones y el calor transforman el tiempo en resina. Resulta tentador pensar en pulidos pedazos de ámbar removidos por las frías y oscuras corrientes del mar Báltico, pequeñas arcas de insectos extinguidos. La tarde respira con la paciencia de las tortugas gigantes. En días como estos qué agradable es olvidar.

lunes, 3 de agosto de 2009

Brevemente

A las cuatro de la madrugada volvimos a recorrer la carretera desierta. Ella, tras veintidós horas de viaje, se quedó dormida. De vez en cuando yo la contemplaba brevemente en el espejo retrovisor y era feliz.

domingo, 2 de agosto de 2009

Sin título

Entre las sombras del sueño (una cárcel o acaso un cuartel, Europa del Este, edificios de hormigón, largos pasillos, olor a tierra húmeda) se abre paso el zureo de las palomas: uh-úuuuh, uh-úuuuh, uh-uh-úuuuh; y a continuación el chirrido del parloteo de los aviones comunes que anidan en el alero del tejado. Me siento al borde de la cama y trato de recuperar de mi cerebro, antes de que se esfumen, escenas de hace un momento: calles embarradas, absurdos parterres de flores junto a los muros grises, la crueldad indiferente en los ojos del guardián que prohíbe dar sepultura al cadáver de mi hermano... Decido que no quiero recordar más y regreso a la algarabía de los pájaros, a la luz nueva. Es hora de ponerse en pie.

miércoles, 29 de julio de 2009

Cantan los grillos

Mi madre cumple hoy setenta años. Anteayer nació su noveno nieto, nuestro séptimo sobrino, el tercer fruto de mi hermana pequeña: un frágil gusanito que se hará mayor y explorará el universo. En este mismo instante mi mujer y mi hijo viajan en tren hacia aquí después de que mi padre les haya acercado en coche a la estación de Tudela. Mi hija regresa de Canadá la madrugada del próximo lunes, estará muy cansada y habrá que darle tiempo para que se recupere, se adapte y quiera contarnos cosas. Mi hermano C. y su familia están en Irlanda. Mi hermano J. y su familia están en Canarias. El verano se adentra, impertérrito, en su ecuador. Las horas de luz menguan un poco cada día. Cuando llega la noche vuelan los murciélagos y cantan los grillos.

martes, 21 de julio de 2009

Sus pasos

Por la mañana conduzco hacia Barbastro, rumbo al trabajo. A estas horas todo es nuevo: cada arbusto de romero, cada montículo de arenisca, cada encina carrasca, cada campo cosechado. Por los caminos y carreteras locales caminan grupos de personas adultas. Lo hacen por recomendación del médico: no hay nada mejor para la salud que pasear. En la frescura del día que comienza, antes de que despierte el calor, ellos avanzan con las chaquetas atadas a la cintura, armados a veces con un bastón o un palo. Una sombra más suave y sigilosa que la aurora sigue, como los míos, sus pasos.

miércoles, 15 de julio de 2009

Siena

Después de comer me tumbo en el sofá, cierro los ojos, e inmediatamente la superficie bajo mi cuerpo se hunde en un agujero blando que, durante unos segundos que parecen minutos que parecen horas, me traslada a una casa de pueblo, una masía rodeada por un muro de color siena, y al otro lado del muro una linea de cipreses recortados contra el cielo blanco. Miro a mi alrededor y me doy cuenta de que el edificio parece estar abandonado. Hay muebles cubiertos por sábanas, polvo en el suelo, telarañas. Hay una doble puerta de estilo modernista que da a un recibidor del que arranca una escalera. Subo en silencio. Creo escuchar unas voces. No tengo miedo porque sé que estoy soñando. Después de un último tramo de peldaños estrechos accedo a la buhardilla. Algunas palomas huyen aleteando a través de los amplios boquetes del techo. Hay excrementos y escombros por todas partes. Una mujer y un hombre me esperan en un rincón, sentados en dos sillas viejas. Me acerco a ellos. La mujer se levanta y me dice: «¿No vas a darme un beso?». Le doy dos, uno en cada mejilla. No la conozco. Es muy guapa. El hombre se levanta, me tiende la mano, sonríe y me dice: «Al fin has llegado». Yo también le sonrío mientras acepto su saludo, antes de despertar.

domingo, 12 de julio de 2009

Muy lejos de aquí

Con el comienzo de las vacaciones escolares arriban a los pueblos los niños de ciudad. Son hijos de quienes abandonaron sus orígenes en busca de un futuro mejor, y vienen de Barcelona, de Zaragoza, de Valencia.

Los caminos y campos que rodean las últimas eras son explorados por bandas de pequeños cromañones que a su paso espantan tordos, picarazas y abubillas. Trepan a los árboles, construyen cabañas paleolíticas, descubren dónde crecen los mejores alberges y melocotones. A la caída de la tarde las golondrinas cazan en vuelo rasante sobre las espigas de cobre. Pronto se hará de noche y los niños de ciudad se irán a dormir.

Cuando despierten ya serán mayores. Tendrán esposas de piel pálida y mirada inquisitiva, mujeres de otros planetas. Tendrán sus propios hijos: únicos, raros, principiantes, muy lejos de aquí.

sábado, 4 de julio de 2009

Una puerta

A las cuatro de la madrugada, bajo un cielo de relámpagos secos, llevo a P. a Zaragoza, de donde saldrá en autobús hacia Madrid, de donde saldrá en avión hacia Londres, de donde saldrá en vuelo transoceánico hacia Calgary, en Canadá. Conduzco vigilante pero ningún animal cruza delante del coche, tal vez la tormenta eléctrica los retiene en sus madrigueras. La carretera está desierta. Las señales de tráfico brillan vivamente al ser reflejadas por la luz de los faros. A nuestro alrededor, alrededor del padre, la hija y el equipaje que viaja en el maletero, se extiende el mundo cubierto de minerales y plantas. Océanos lejanos. Bosques oscuros. Una urbanización de casas de madera que rodean un lago. Una calle. Un jardín delantero. Una puerta.

miércoles, 1 de julio de 2009

Sin perdón

Son las dos y media de la madrugada y no puedo dormir. Hace demasiado calor. Me ducho con agua fría a pesar de llevar dos días con moquita y dolor de cabeza, constipado por mi propia culpa, lo sé, al utilizar exageradamente el aire acondicionado, incapaz de soportar esta miserable situación. El calor disuelve mi dignidad, mi creatividad, mi energía física, mi optimismo, mi sueño: todo lo que más necesito es arrasado por este calor inhumano. Las horas pasan despacio. A través de las ventanas y puertas abiertas no corre el más mínimo atisbo de aire. Me sueno la nariz intentando hacer el menor ruido posible y vuelvo a mirar la hora en el teléfono móvil. El pueblo está en absoluto silencio, un silencio hueco, el silencio de un decorado abandonado hasta mañana. Mi piel y mi cabello se han secado en pocos minutos. Decido ducharme otra vez. Lo peor es saber que el amanecer no me perdonará.

viernes, 26 de junio de 2009

Michael Jackson

Ha muerto el cantante Michael Jackson e inmediatamente una ola de histeria colectiva y periodística se ha extendido alrededor del mundo entero. Se habla del nacimiento de un mito, de la desaparición del mejor cantante pop de la historia, se habla de un genio, del número uno, del rey. A mí, musicalmente hablando, me deja indiferente, pero siento lástima por él, no tanto por su muerte como por su vida peripatética. Pobre desgraciado.

martes, 23 de junio de 2009

Martillazos

El día comienza con el ruido de unos albañiles en la casa de al lado. El ritmo y vigor de los martillazos me hace pensar en alguien contratado expresamente para molestar, una especie de psicópata incansable. Me ducho de mal humor y luego, al afeitarme, me corto en la comisura de la ventana izquierda de la nariz, comenzando a sangrar inmediatamente. Con los reflejos del hombre acostumbrado a mutilarse cada mañana me coloco un trocito de papel higiénico en la herida y sigo adelante. Bum, bum, bum. Realmente el sicario enviado por la mafia de las reformas es un verdadero profesional, un generador inagotable de escombro y perturbación. Mientras bebo una taza de leche fría con nescafé intento alejar de mi mente siete o nueve maneras, cada una más violenta que la anterior, de contraatacar.

domingo, 21 de junio de 2009

Mínimos

Nuestra vivienda en Zaragoza, que apenas ocupamos algún fin de semana cada dos meses, está prácticamente vacía. Su mobiliario es el mínimo imprescindible para poder vivir: camas, una mesa, cuatro sillas. Nada más. Es maravilloso.

jueves, 18 de junio de 2009

Hasta las cigüeñas

Escucha: vete a dormir. Hazme caso. Pero si tus párpados se caen de sueño. ¿No te tienta un poco, siquiera un poco, zambullirte en esa laguna de inconsciencia, ese universo sin responsabilidad? Piensa que hasta las cigüeñas duermen en el campanario, cubiertas de plumas blancas. Escucha: vete a dormir. Ahora.

martes, 16 de junio de 2009

Briznas

Algunas personas duermen en las terrazas, tumbadas en hamacas o sobre un colchón en el suelo. Otras se levantan a las cuatro de la madrugada para darse una ducha de agua fría y regresar a la cama. Otras abren las ventanas de ésta y aquella habitación para crear corrientes de aire en busca de una brizna de frescura. La noche es interminable, febril. Cruje la arena de las dunas que avanzan lenta pero inexorablemente hacia la ciudad, rodeándola. Las naves espaciales que evacuan a las poblaciones rumbo a las colonias exteriores son estrellas fugaces en dirección contraria, destellos hacia el cielo. Pronto llegará nuestro turno. Invisibles animales antiguos y nuevos esperan ese momento. Sus gruñidos impacientes nos alcanzan a veces, desde kilómetros de distancia, a través de la oscuridad.

viernes, 12 de junio de 2009

Lejos de Ispahán

Leo que una mujer italiana que perdió el desdichado vuelo de Brasil al llegar tarde al aeropuerto, salvándose así por puro azar del trágico accidente, pocos días después ha chocado con su coche contra un camión en Austria y ha muerto. No he podido evitar recordar ese cuento.

martes, 9 de junio de 2009

Lagartijas

Esta mañana he recogido en el banco setecientos diez dólares canadienses. Tengo que pintar el muro de la terraza. Comprar más conectores y cabezales para el sistema de riego automático. Alinear la dirección del coche. Todavía no he tramitado la declaración de renta de este año. El curso escolar se precipita hacia su fin, lo cual significa que las mujeres de la casa no están para nadie y duermen poco. Cuánto me gustan los relatos de Tobias Wolff, mi último descubrimiento. Han empezado a aparecer las primeras ampollas de piel muerta en mi espalda, consecuencia de las quemaduras de sol del fin de semana. Oh, dios mío, debería tomarme en serio la idea de adelgazar. Aún no he hecho el programa de mano para el concierto del coro del próximo veintisiete de junio. Hace mucho tiempo que no veo a mis padres y mis hermanos. El otro día en el invernadero me di cuenta de la abundancia de lagartijas entre las macetas y semilleros. Iba con mi amigo y no le dije nada, no sé por qué.

domingo, 7 de junio de 2009

Estelas blancas

Día de votaciones europeas. Se da la circunstancia de que mi colegio electoral está en la misma calle y el mismo número que mi casa, es decir, a un metro de distancia de mi portal. El presidente de la mesa es un compañero de M., un hombre de quien tenía una idea equivocada antes de conocerle personalmente: yo confundía su timidez con arrogancia, algo que suele suceder, y resultó ser un tipo muy simpático e interesante. Después de votar camino hacia la tienda de la esquina, uno de esos lugares que abren todos los días del año y venden periódicos, revistas, pan recién hecho, alimentos básicos, hielo y chucherías. El tiempo ha refrescado desde la tormenta del viernes. ¡Ojalá hiciese esta temperatura todo el verano! Compro los periódicos, cuatro cervezas Estrella frías y dos barras de pan. De regreso a casa vuelvo a pasar delante del colegio electoral. Una antigua maestra de mi hija sale del edificio en ese momento y nos saludamos. Sobre nosotros vuelan los pájaros de los nidos de mi alero, y más arriba los aviones que dejan estelas blancas en el cielo, y más arriba la solitaria estación espacial girando alrededor de nuestro pequeño mundo, y más arriba otros planetas, otros sistemas, galaxias, nebulosas, más arriba.

viernes, 5 de junio de 2009

Dioses de las nubes

Todo el calor, todo el bochorno de estas semanas, ha reventado hoy en forma de aparatosa tormenta de granizo. Ha durado unos diez minutos y ha destruido plantas y cultivos. Por la tarde los dioses de las nubes han echado un vistazo para averiguar si había quedado algo a salvo y a eso de las nueve han decidido enviar otra breve granizada para rematar la faena. Más que nada por si acaso.

Viene mi amigo

Viene mi amigo desde Gerona para instalarnos en la terraza del ático un sistema de riego automático gota a gota. Él es tan generoso que trae consigo todos los materiales: el temporizador, los metros de tubo, las abrazaderas, las herramientas, ¡hasta un taladro y el cable alargador, por si acaso! Mi amigo tiene corazón de jardinero, ya lo tenía cuando le conocí hace más de veinte años. Lo nuestro fue un flechazo que todavía continúa.

martes, 2 de junio de 2009

Pendientes

Compra cerezas con rabo y póntelas en las orejas como cuando eras pequeño. Siente su peso leve, el frescor de su piel vegetal. Eso es suficiente.

lunes, 1 de junio de 2009

Hoy es lunes

Hoy es lunes y es también el primer día de junio. Tengo una nueva edad recién estrenada como quien dice. El calor ha disminuido un poco. ¿No me está diciendo todo que, en lo que concierne a los buenos propósitos, es la ocasión ideal para volver a intentarlo?

Paolo Conte

COME MI VUOI?

Come mi vuoi?
Cosa mi dai?
Dove mi porti tu?
Mi piacerai?
Mi capirai?
Sai come prendermi?

Dammi un sandwich e un po' d'indecenza,
e una musica turca anche lei,
metti forte che riempia la stanza
d'incantesimi e di spari e petardi.
Eh, come mi vuoi?

Che si senta anche il pullman perduto
una volta lontano da qui,
e l'odore di spezie che ha il buio
con noi due dentro al buio abbracciati.
Eh, come mi vuoi?




Paolo Conte

jueves, 28 de mayo de 2009

Cuarenta y seis

Despierto a las seis y veinticinco de la mañana. La luz se cuela a través de la cortina pálida. Caigo en la cuenta de algo y escribo en el teléfono móvil un mensaje para mi hermano gemelo. Pronto la casa se pondrá en movimiento con ruido de cañerías, puertas y microondas. Ahora disfruto de su silencio. Siempre me han gustado estos instantes en los que las cosas comienzan.

lunes, 25 de mayo de 2009

Qué rápido late

Ladra un perro en la calle.
Las nubes nocturnas
navegan silenciosamente
sobre ti y sobre mí.
Escucha cómo se aleja
todo ese tiempo que
ni siquiera habías soñado.
Qué rápido late el corazón
en el pecho de los pájaros
que duermen.

Rama de alecrim

Cada día guarda un regalo para nosotros, y para mí el de hoy era esta canción, escucharla por primera vez, de pura casualidad, en la radio del coche. Qué maravilla.



Rama de alecrim - Acetre

sábado, 23 de mayo de 2009

Después del ensayo

Después del ensayo con el coro acudimos al Chanti a tomar una copa. Hablamos de viajes y países, hablamos de perros, de nombres de pájaros, hablamos y hablamos.

jueves, 21 de mayo de 2009

Conocimiento del medio

Por la mañana cuento hasta tres gatos atropellados en la carretera. En el trabajo atiendo a una bella mujer de setenta años que se llama Melania. Por la tarde pregunto a mi hijo un tema de Conocimiento del medio que versa sobre el Imperio de los Austria, concretamente sobre Carlos I y Felipe II. Para cenar pongo a hervir unos bisaltos, el nombre que aquí se les da a los tirabeques. Mientras se cuecen me sirvo un whisky con mucho hielo y escribo estas palabras. Hace un calor terrible, de bochorno. Los pájaros -vencejos, aviones comunes, tórtolas turcas, palomas, gorriones- consumen el día con sus chillidos y sus vuelos acrobáticos.

martes, 19 de mayo de 2009

Todas las mujeres

En esta época del año todas las mujeres están guapas, todas sin excepción. Se sientan al otro lado de la mesa de trabajo, hablan conmigo mirándome a los ojos y, sin ser conscientes de ello, me regalan abiertamente su belleza carnal, una belleza que ni el dolor ni la miseria son capaces de eclipsar.

lunes, 18 de mayo de 2009

Días de equipaje

M. regresó ayer a casa y la familia vuelve a estar reunida. Llegó un poco más delgada y con herpes labial, el precio mínimo que ha de pagar una profesora cuando viaja durante una semana con sus alumnos de quince años. El próximo veinticinco de mayo es C. quien se va a Valencia de viaje de fin de Primaria, y más tarde, durante todo el mes de Julio, P. residirá en Canadá becada por el Gobierno de Aragón. Días de equipaje, días de despedidas y reencuentros.

lunes, 11 de mayo de 2009

Igual que la tormenta

Igual que la tormenta que
acaba de pasar sobre nosotros,
de ese mismo modo,
canicas de hielo
cayendo violentamente
sobre la terraza, sobre
el tejado, sobre los coches
aparcados en la calle,
bum, bum, bum,
miedo, fin, apocalipsis,
así al principio y
después, casi sin
darte cuenta, sólo la
lluvia, la mansa lluvia.

viernes, 8 de mayo de 2009

Copos de algodón

Soy el primero en llegar al lugar donde trabajo. Abro con mi llave el candado de la puerta de cristal, entro en el espacio oscuro, enciendo las luces, subo las persianas y abro las ventanas batientes para que el frescor temprano limpie la atmósfera cargada de plástico y zumbido de ordenador. La luz del exterior es pálida, tímida, de una opacidad residual que comienza a temblar imperceptiblemente camino de la transparencia. Qué frondosos están ya los castaños de indias del jardín. La pequeña ciudad se pone en marcha como el mecanismo de un reloj. Pronto el aire se llenará de los copos de algodón de las semillas de chopo.

jueves, 7 de mayo de 2009

La hora del asedio

Mi mayor enemigo regresa puntual a la cita. Cómo echaré de menos los días de abrigado descanso, el frío que adelgaza los dedos y tensa la piel del rostro, cómo echaré de menos la lluvia, los charcos, la escarcha, el vaho del aire caliente de los pulmones flotando delante de la boca. La hora del asedio y el combate ha regresado. No aspiro a vencer sino a sobrevivir, me espera una larga travesía hecha de sudor, moscas y sopor animal. Sus días de avanzada ya me han atacado y embrutecido. No perderé la calma. O sí, tal vez sí, odio tanto el calor, odio tanto el verano.

sábado, 2 de mayo de 2009

Felices, exultantes

Cuando los amigos se encontraron
después de tanto tiempo
se abrazaron y rieron
felices, exultantes.

En el momento de la despedida,
días después,
se abrazaron y lloraron
felices, exultantes.

martes, 28 de abril de 2009

Sin título

A veces las cosas que me envuelven dejan de tener sentido. Sucede de pronto, sin previo aviso, como si se derrumbase el telón y una intempestiva ráfaga de viento barriera el escenario. Lo que hago en esos momentos es tratar de emular la indiferencia del viento, distanciarme de mi conciencia humana, dejar que el vértigo pase sin ofrecer resistencia, sin hacerme preguntas.

domingo, 26 de abril de 2009

Suavemente

Llovió durante toda la tarde.
Llovió durante toda la noche.
Llovió durante todo
el día siguiente. Suavemente
llovió y llovió y llovió.

jueves, 23 de abril de 2009

Regresaron

Los vencejos familiares regresaron a sus viejos nidos del alero de mi casa, y tras ellos, unos días más tarde, llegaron los rebaños de ñus, los grupos de jirafas, las piaras de facoceros, los leones acechando entre los contenedores de plástico y de cartón.

miércoles, 22 de abril de 2009

Doce años

Querido hijo mío, mi príncipe, mi tesoro, mi luz, mi afán, me cuesta creer que hoy cumples doce años. ¡Doce años! ¡Pero si ayer, como quien dice, no pesabas nada en mis brazos, cordero contra mi pecho, ojos de cielo! ¿Sabes que cuando supimos que ibas a ser niño tuve miedo? Como lo oyes. Sí, no te rías, yo estaba tan acostumbrado a criar a tu hermana de cinco años, tan acostumbrado a su dulzura de nena pequeña, que me preguntaba si sería capaz de desenvolverme del mismo modo con un varón, con un chico como tú. Qué tontería, ¿verdad? Porque cuando llegaste resultaste ser más cariñoso y dulce que nosotros tres juntos. Quiero que sepas que tus abrazos y tus besos me han salvado muchas veces. Días aciagos se convertían mágicamente en los mejores cuando al salir del colegio venías corriendo hacia mí arrastrando la chaqueta por el suelo. Ahora eres mayor y ya no voy a buscarte. Estoy acostumbrándome a tu lenta deriva, como hice con tu hermana. Lo que no debes olvidar jamás es que te quiero más que a mi vida, y que así será siempre. Feliz cumpleaños.

lunes, 20 de abril de 2009

A veces sueño que

A las cuatro y media de la madrugada desperté en medio de una terrible pesadilla. Fui al lavabo a mear. Bebí agua en el vaso con el que nos enjuagamos la boca después de lavarnos los dientes. Me miré en el espejo. Cabeza de patata. Canas revueltas. Ojos de perro. A veces sueño que mueren personas que amo.

jueves, 16 de abril de 2009

Abril

Me levanto de la cama un poco antes de lo habitual porque Paula se va de excursión a Toulouse y quiero prepararle los bocadillos del almuerzo y la comida del primer día. A pesar de las veces todavía me cuesta no estar inquieto cuando salen de viaje. Supongo que no se puede evitar. Ella, mi preciosa hija adolescente, está entusiasmada, claro. El día ha amanecido nuboso. Qué Abril más fiel a sí mismo, tan lluvioso y variable.

miércoles, 15 de abril de 2009

Acción

La práctica de la música es una verdadera muestra de acción. Cuando alguien canta perturba la superficie del mundo igual que una gota de lluvia lo hace al caer en el agua.

lunes, 13 de abril de 2009

Granizada

El sábado por la tarde fuimos a la sierra de San Quílez con mi hermano Carlos y su familia. Apenas habíamos iniciado el paseo cuando se puso a llover. Regresamos a los coches justo a tiempo, pues al cabo de pocos minutos comenzó a granizar tan violentamente que decidimos refugiarnos bajo un puente de la carretera. Mis pequeñas sobrinas asistieron, entre asustadas y entusiasmadas (como los adultos), al espectáculo de la naturaleza. Después la tormenta, con el mismo estrépito con el que había llegado, se trasladó a otro lugar.


sábado, 11 de abril de 2009

Milímetro

También en la oscuridad de la noche
crece bajo la lluvia,
milímetro a milímetro,
la cebada.

viernes, 10 de abril de 2009

Herencia

Con el estómago lleno caminé por el huerto de mis padres. Aparté a mi paso las ramas de los olivos. Admiré las flores del cerezo, los ajos tiernos, las habas. En la parcela de las acelgas garrafas de plástico vueltas del revés sobre palos verticales hacían el ruido suficiente para espantar a los pájaros, balanceadas por el viento. La tierra blanda se hundía bajo mis pies. Pensé en nuestro legado: no la modesta propiedad sino su decencia, aquella pulcritud casi oriental, la limpieza de sus trazos bajo el cielo.